La agencia espacial estadounidense seleccionó tres módulos de alunizaje, fabricados por empresas locales, para enviar material científico a la Luna, antes del regreso de astronautas previsto para 2024 como parte del programa Artemisa.
Los tres vehículos llevarán una veintena de instrumentos entregados por la NASA.
Está previsto que el primer módulo, fabricado por Orbit Beyond, alunice en el mar de la Lluvia (Mare Imbrium) en septiembre de 2020, tras haber sido lanzado por un cohete Falcon 9 de SpaceX.
El módulo de la compañía Intuitive Machines intentará posarse en julio de 2021 en el océano de las Tormentas (Oceanus Procellarum), la mayor mancha oscura de la Luna, visible desde la Tierra. También será transportado por SpaceX.
El vehículo de Astrobotic se dirigirá al gran cráter del lago de la Muerte (Lacus Mortis), también en julio de 2021, a bordo de un transbordador que aún no ha sido escogido.
Cada una de esas empresas recibió contratos de entre 77 y 97 millones de dólares para fabricar sus aparatos.
El año próximo, nuestras primeras herramientas de investigación científica y tecnológica estarán en el suelo lunar, lo que contribuirá al envío de la primera mujer y del próximo hombre al satélite en cinco años, informó Jim Bridenstine, administrador de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
La agencia espacial escogerá este verano boreal el material que enviará a la Luna, principalmente instrumentos para ayudar a los futuros astronautas a alunizar, a navegar y a protegerse de las radiaciones.
Los estadounidenses no han vuelto al satélite terrestre desde la última misión Apollo, en 1972. La NASA envió, sin embargo, varias sondas a la órbita lunar, de la que sólo sigue en activo el orbitador de reconocimiento lunar.
China alunizó dos veces: en 2013 y el pasado enero en la cara oculta de la Luna.