Nuevos datos sobre la Luna

Hace mucho tiempo la joven Tierra colisionó con un cuerpo celeste dando lugar a la Luna. La mayoría de astrónomos están de acuerdo con la conocida como «Teoría del gran impacto». Ahora, una serie de investigadores ofrecen en la revista “Nature” nuevos detalles sobre su formación.

El satélite terrestre salió desprendido con fuerza de la joven Tierra como consecuencia de la colisión de un gran cuerpo celeste, pero probablemente acumuló en último término un estrato de material cósmico. Esto muestra diferencias en las distintas variantes de wolframio en la Tierra y en la Luna, que han sido por primera vez identificadas por un equipo alemán y otro estadunidense, de manera independiente.

La teoría habitual sobre la formación de la Luna parte de la base de que ésta surgió tras un choque de la joven Tierra con uno de los conocidos como protoplanetas del tamaño de Marte.

Una serie de simulaciones han demostrado que en ese escenario la Luna debería contener en esencia el material de ese cuerpo contra el que chocó la Tierra, que los astrónomos bautizaron como Theia. No obstante, esto es difícilmente compatible con la composición química actual de la Luna, que se parece en su mayor parte a la de la Tierra.

El hecho de que los distintos cuerpos del sistema solar se diferencien notablemente en su composición química ha llevado a los astrónomos a pensar que probablemente tanto Theia como la joven Tierra tenían una composición química notablemente diferente la una de la otra. Sin embargo, no tiene por qué ser así, como muestran nuevos cálculos de simulación, presentados por un tercer grupo dirigido por Alessandra Mastrobuono-Battisti del Instituto Israelí de Tecnología en Haifa y publicado también en Nature.

Estas simulaciones ponen de manifiesto que por lo menos entre un 20 y un 40 por ciento de los cuerpos celestes que impactan contra planetas muestran la misma composición química que éstos. La probabilidad de que se produzca una coincidencia química es por tanto diez veces más elevada que la planteada hasta ahora, como se aclara en un comentario en Nature. Otra posibilidad es que Theia y la Tierra se mezclaran profundamente en un primer momento tras el impacto antes de que se constituyera la Luna y el manto terrestre desde los escombros