Este lunes 21 de enero, en París, se presentó la Guía Michelin 2019 con lo mejor de la gastronomía francesa. El más laureado fue el chef argentino Mauro Colagreco, que se consagró con la anhelada tercera estrella Michelin para su restaurante Mirazur, en el sureste de Francia, convirtiéndose en el primer latinoamericano en lograrlo.
Pero al lado de este chef más experimentado estuvieron otros latinoamericanos como los restaurantes parisinos Oka, del brasileño Raphaël Rego, un chef que promueve los productos del Amazonas; Virtus, cuyos fogones gestionan el argentino Marcelo di Giacomo y La Condesa, del joven mexicano Indra Carrillo.
La Guía Michelin es el máximo reconocimiento gastronómico, que otorga de una a tres estrellas a aquellos chefs con excelentes técnicas culinarias. Por ahora los restaurantes en México no tienen esta clasificación, pero eso no significa que no haya chefs mexicanos poseedores de estrellas Michelin.
Indra Carrillo nació en Cancún, Quintana Roo en 1987, comenzó por inspiración de sus abuelas, a quienes ayudaba a preparar lo platos típicos del sureste mexicano. A los 12 años ya cocinaba como profesional y a las 13 ya quería abrir su restaurante, pero primero debía formarse.
El joven mexicano decidió perseguir su sueño de estudiar y cocinar en Francia, aprendió francés desde los 16 años para lograrlo. Fue admitido en el Instituto Paul Bocuse de Lyon en donde recibió una formación en dos programas: Arte culinario y Management de Restauración y Hostelería.
Desde entonces, ha trabajado en algunas de las mejores cocinas del mundo en nueve países.
Indra Carrillo ahora se suma a Paco Méndez y su restaurante Hoja Santa en Barcelona, España; a Roberto Ruiz y Punto MX en Madrid, España, el primer restaurante de corte mexicano en Europa, y Cosme Aguilar, que con Casa Enrique abrió el primer restaurante latino en Nueva York que obtuvo una estrella Michelin, un lugar que preserva el sabor familiar de la cocina mexicana que le inculcó su madre y sus hermanas.