Un pimiento aporta 30 kilocalorías. Es una hortaliza ligera y rica en agua y fibra, por ello es perfecta para mejorar el tránsito intestinal, aumentar los niveles de saciedad y para incorporar en dietas de adelgazamiento. Si tomamos la variedad roja, encontramos también una buena fuente de licopeno, poderoso antioxidante que ayuda a ralentizar el envejecimiento y a prevenir enfermedades como el cáncer. Además, contienen gran cantidad de Vitamina C y provitamina A que potencian sus cualidades para frenar el efecto del paso del tiempo y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
Las variantes picantes de pimientos activan la secreción gástrica facilitando la digestión, pero aquellas personas con problemas frecuentes de estómago deben evitarlas, ya que puede irritar las mucosas del estómago y provocar acidez o ardor.
Julia Farré, dietista nutricionista de Alimmenta, recomienda especialmente el consumo de pimientos a las mujeres embarazadas por su contenido en folatos que ayudan a prevenir la espina bífida en el recién nacido.