La escritora de origen yucateco Marisol Ceh Moo recibió anoche el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas.
Con su paso firme, voz clara y la emoción a flor de piel, la novelista, cuentista, ensayista, poeta, traductora e intérprete en lengua maya llegó al Museo Nacional de Historia para recibir el premio consistente en un diploma, 100 mil pesos y la promesa de publicación de “Chen tumeen x ch’uúpen” (Sólo por ser mujer), su obra ganadora, escrita en maya.
En el acto, la titular de la Dirección General de Culturas Populares (DGCP) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Alejandra Frausto Guerrero, anunció que ese premio cambia sus reglas “y a partir de su próxima edición aceptará la participación de escritores de pueblos originarios de México que vivan en cualquier lugar del mundo”.
Dicho anuncio, seguido por un aplauso generalizado y la cara de satisfacción de todos los asistentes a la décimo tercera entrega del galardón, en el interior del recinto localizado a un costado del Castillo de Chapultepec, fue celebrado principalmente por Marisol Ceh Moo, quien sin decirlo explícitamente, dedicó su reconocimiento al profesor de la primaria aquella.
“Era un buen maestro, sólo que no hablaba maya, y nosotros casi nada de español. Para no quedarse sin empleo, se las ingeniaba para que quienes sabían algo de español, nos sirvieran como traductores a los monolingües”, narró la flamante traductora y poeta, a los asistentes, quienes en ese momento depositaron toda su atención en la historia. “Tras un receso en mi educación formal, ya madre de familia, estudié el bachillerato en donde mi profesora de Literatura me facilitaba a los clásicos griegos, algunos autores contemporáneos y me instruía sobre la gramática maya, todo eso, fuera de sus horas de trabajo”, comentó, para parafrasear a Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias”.
Para premiarla, el jurado reconoció que esta autora “posee el dominio de ambas lenguas: español y maya, y su obra aborda los problemas del maya contemporáneo, saliendo del “leitmotiv” flor y canto y/o madre tierra, para hablar de la violencia de género y cómo se vive ésta en las comunidades originarias de Yucatán”.
Marisol Ceh Moh se hizo acreedora, además de los 100 mil pesos, el diploma y la publicación de la novela triunfadora, de una singular estatuilla que indígenas oaxaqueños elaboraron con barro, materia prima fundamental en el mundo artesanal de casi todos los artistas y artesanos, nacidos o radicados en Oaxaca.