La pirámide Cestia, de más de dos mil años de antigüedad y la única de tipo egipcio de la antigua Roma, ha recuperado sus colores originales, luego de una restauración financiada por el mecenas japonés Yuzo Yagi.
En la presentación a los medios del monumento restaurado, el alcalde de Roma, Ignazio Marino agradeció a Yagi, presente en el acto, “por su generosidad y su filantropía”.
“Yagi ha querido vincular su nombre con la restauración de un monumento de la humanidad. Hay una asonancia entre su generosidad y su trayecto de vida ligado a Italia y al mundo de la moda”, añadió el funcionario.
Marino recordó que la pirámide Cestia, cuya construcción finalizó en el año 12 antes de Cristo, fue realizada después de la conquista de Egipto, cuando en la Roma antigua estaban de moda los símbolos egipcios.
Por su parte, la subsecretaria de Bienes Culturales, Francesca Barracciu, informó que la restauración del monumento costó dos millones de euros y duró 327 días.
Señaló que Yagi, magnate de la moda japonesa, financió el proyecto pues la pirámide lo conquistó por contar con tres elementos fundamentales para su cultura: el color, las líneas de su diseño y la sensación que deja el caminar a su alrededor.
Yagi se dijo “muy feliz” de la conclusión de la restauración y consideró que la superintendencia de Bienes culturales de Roma, encargada del proyecto, hizo “un trabajo extraordinario” que permite admirar a la pirámide como era hace dos mil años.
Construida como tumba para Caio Cestio Epulone, tribuno de la plebe y pretor (juez), la pirámide Cestia fue hecha en hormigón, con una cortina de ladrillos y cobertura de láminas de mármol de Carrara.
El monumento, de 36.4 metros de altura y con cerca de 30 metros por lado, se eleva sobre una plataforma de “cementizio”, un material similar al cemento, usado en la antigua Roma.
La pirámide fue construida sólo en 330 días, pues en su testamento Caio Cestio estableció que ése era el plazo para terminarla y que en caso de no cumplirlo sus descendientes quedarían desheredados.
En su interior hay una cámara sepulcral de 5.95 por 4.10 metros y con una altura de 4.8 metros. En sus costados y a dos tercios de altura tiene inscripciones que registran el nombre y los títulos de Cestio y las circunstancias de su construcción.
Según los expertos, la presencia de un monumento fúnebre en forma de pirámide en Roma se debe probablemente al hecho de que pocos años antes de su construcción Egipto se había convertido en una provincia romana y su cultura se puso de moda.
En el siglo III de nuestra era la pirámide Cestia fue incorporada a los Muros Aurelianos, construidos por el emperador Aureliano para defender a la ciudad de las incursiones de las tribus bárbaras.
En el siglo VII la pirámide fue restaurada por voluntad del Papa Alejandro VII, pero también fue saqueada por “tumbaroli” o buscadores de tesoros, mientras que en el siglo XIX sus inmediaciones funcionaron como cementerio de extranjeros.