Según el estudio, para que se diera este cambio fue decisivo involucrar a los habitantes locales en la protección de los animales.
En las orillas fluviales protegidas sólo 2 por ciento de las más de 2 mil áreas de incubación fue saqueado por los cazadores furtivos. En cambio, en las zonas sin resguardo vaciaron casi todos los nidos, detalla el informe. Otros animales de la región también se benefician de este programa.
La charapa arrau (Podocnemis expansa) puede alcanzar una longitud de 75 o incluso 90 centímetros y está considerada un gigante entre las tortugas de agua dulce.
Tras la elección del ultraderechista Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil muchas organizaciones ecologistas temen duros reveses a la conservación. Los observadores creen que cuando el ex militar asuma su cargo el primero de enero de 2019 dejará vía libre a la explotación de los recursos naturales del Amazonas.