Cuando los niños de hoy alcancen la mayoría de edad, los tratamientos a base de quimioterapia para combatir el cáncer habrán pasado a formar parte de la historia. Sí, la afirmación resulta muy ambiciosa. Pero no lo es menos el proyecto en el que se ha embarcado el Gobierno de Reino Unido. Apostando al máximo por los avances en el campo de la biomedicina, la comunidad científica británica pretende diseñar un mapa de más de 100.000 genomas. Gracias a él se podrá averiguar qué genes son los responsables del cáncer y de otras enfermedades raras. “Este plan desatará el poder del ADN para proveer mejores análisis, mejores medicamentos y mejor tratamiento para los pacientes”, declaró el primer ministro, David Cameron.
Gran Bretaña se sitúa a la cabeza mundial como primer país en emprender un programa para mapear los genomas de miles de personas con la esperanza de encontrar qué genes son responsables.
La inversión destinada es de 300 millones de libras (363 millones de euros). Las universidades de todo el Reino Unido han aunado esfuerzos con el Departamento de Salud, el Wellcome Trust, el Hospital Great Ormond Street y el Consejo de Investigación Médica.