Los trabajos de conservación hechos al huipil atribuido a la Malinche obligan al Museo Nacional de Antropología (MNA) a resguardar por un periodo de cinco años esta vestimenta del siglo XVII, que contiene técnicas de arte plumario y que hasta el momento es la única en su tipo. Así lo señaló Lorena Román Torres, investigadora de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM).
La también responsable de la restauración indicó que aún existen muchas preguntas por resolver como el significado de la iconografía del bordado, el método de pintura, quiénes lo diseñaron y quién lo portó, ya que desde 1998 se comprobó que no fue la Malinche, pues los fechamientos evidenciaron una datación entre los años 1660 y 1700. “Nos falta conocer cómo se tiñó la pluma, hemos teñido los plumones y no damos con el tono… quién lo usó, saber si hay otras piezas porque al menos, desde el 2007, no ha salido otra parecida; de dónde viene y por qué la producción se perdió al ser un arte hermoso y al conocer que el pato (animal de donde se obtuvieron las plumas) no estuvo en riesgo”, expresó.
El huipil atribuido a la Malinche y que se exponía en la sala permanente Los nahuas del MNA fue elaborado por indígenas en telar de cintura con hilos de algodón, lana, lino y seda, con bordados en las orillas y plumones de pato mascovita en área del pecho y axilas.
Al respecto, Alejandro González, director de etnografía del MNA, señaló que han respetado las indicaciones de los especialistas y el huipil se ubica en un una vitrina especial para mantener condiciones adecuadas de temperatura, humedad e iluminación.
“La sala de Los Nahuas fue reestructurada en 2005 y ahí estuvo la pieza por cinco años después del bicentenario, ahora decidimos guardarla. Nuestro objetivo es la conservación, estamos pensando en que las futuras generaciones vean el huipil, es decir, aproximadamente lo exhibiremos en el 2020”, detalló.