La exposición “Escrito/pintado”, de unas 400 obras, que el sábado 23 Vicente Rojo inaugurará en dos salas del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, explora la tensión y compenetración de las actividades principales del artista como pintor y diseñador.
Según los curadores Cuauhtémoc Medina y Amanda de la Garza –quienes trabajaron en colaboración con la diseñadora Marina Garone, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)–, desde su arribo a México, en los años 50 del siglo pasado, Rojo ha sido un creador múltiple: pintor, diseñador y editor.
Su trabajo produce, a la vez que enmarca, la visualidad moderna en México, afirman. Quizá la tensión más radical de su trabajo, además de la pasión ética que define su labor cultural e intelectual, ha sido la negociación entre el servicio social y utilitario del diseño editorial, y la defensa de la autonomía, opacidad y dificultad de la pintura.
Medina y De la Garza señalan que en gran parte de su carrera Rojo sostiene una diferenciación funcional y práctica con los ámbitos de pintor y diseñador en su trabajo, circunstancia que refrendaba la oposición entre lo utilitario y lo estético, lo social y lo personal, lo comunicativo y lo enigmático, el gesto y la letra.
Aunque esa voluntad de diferenciación hace de Rojo un paradigma de las alternativas modernistas en el mundo de habla española, es a veces suspendida a través de los puentes establecidos por la señal, la letra o el signo, motivos recurrentes en su producción.