Cerca de dos millones de personas musulmanas comenzaron hoy el ritual de lapidación de Satán, en Mina, cerca de la ciudad santa de La Meca, en el primer día de la fiesta musulmana del Sacrificio. Este ritual marca el final del Haj, la peregrinación a la ciudad santa, el cual es uno de los cinco mandatos del Islam que todo fiel debe realizar al menos una vez en su vida.
Las autoridades ya han desplegado a soldados y policías para controlar a la multitud y cuidando la seguridad de todos los asistentes, pues los fieles realizaron el rito lanzando piedras contra estelas que representan al demonio, una ceremonia que dura hasta tres días.
Arabia Saudita decidió reducir en 20 % el número de peregrinos extranjeros y en un 50 % el de los que provienen del interior del país a los temores generados por una epidemia de coronavirus y por las obras de ampliación de los lugares santos.
Cabe resaltar que un grupo de peregrinos sirios caminó tras una bandera de los rebeldes que tratan de derrocar al régimen del presidente sirio, Bashar al Asad. «El Satán que lapido hoy es el que está masacrando a los musulmanes», declaró uno de estos peregrinos. Además, algunos peregrinos egipcios mostraban su apoyo al expresidente islamista Mohamed Mursi, después del golpe de estado. Pero no hubo una manifestación política, prohibida por las autoridades árabes.
Con información de AP