El sargazo que llega a México posee propiedades energéticas y eventualmente de uso en la industria farmacéutica, lo que podría convertirlo en el “oro rojo” del país, dijeron científicos del centro Interdisciplinario de Investigaciones y estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CIIEMAD) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Luis Raúl Tovar Gálvez, miembro del CIIEMAD, resaltó que cierto tipo de sargazo posee una sustancia llamada Fucoxanthin, un antioxidante, antiinflamatorio, anticáncer, antiobesidad, antidiabético, antiangigénico, antipalúdico y con efectos positivos en hígado, vasos sanguíneos, huesos, piel y ojos.
En el Centro se hacen aún los estudios para corroborar el tipo de sargazo que llega a México, toda vez que existen 400 variedades del alga y al país arriban sólo dos de ellas, es posible que sus usos puedan ser de mayor importancia económica
Aún más, el Fucoxanthin se produce actualmente por la industria farmacéutica a través de algas, y 10 miligramos cuestan en el mercado aproximadamente 151 dólares.
Un artículo publicado en la Revista de Toxicología y Salud Ambiental resaltó: “las algas marinas marrones contienen compuestos antioxidantes, la carotenoide fucoxantina (Fx) y el compuesto polifenólico phloroglucinol (Ph), que ejercieron diversas actividades biológicas, incluyendo antioxidantes y anticancerígenos”.
Por su parte la PMC precisó en un estudio que “en vista de su potente actividad anticancerígena, la necesidad de comprender los mecanismos subyacentes ha ganado prominencia… además de disminuir la frecuencia de aparición y el crecimiento de tumores, la fucoxantina tiene un efecto citotóxico sobre las células cancerosas. Algunos estudios muestran que este efecto es selectivo, es decir , la fucoxantina tiene la capacidad de atacar solo las células cancerosas, lo que no afecta a las células fisiológicas normales ni las afecta menos”.
Tovar Gálvez, miembro del CIIEMAD, dijo que se ha descubierto que al igual que otros residuos orgánicos, el sargazo que llega a las playas mexicanas es fuente de biometano, el principal componente del gas natural.
Con base en las investigaciones del CIIEMAD, dijo que “lo que se encuentra es metano, principal componente de biogás o gas natural”. Esto hace ver que un sustrato de sargazo se puede obtener metano que es un combustible no fósil o “energía renovable”.
Tovar Gálvez dijo a Notimex que se está calculando que por una tonelada de sargazo se puede obtener de 80 a 100 metros cúbicos de biogás.
Expuso que han mezclado el sargazo con fracción orgánica y “vemos como se sujeta a la digestión. Lo que se observó en 35 días de pruebas dio 360 mililitros de metano por gramo de sólido volátil”, lo que lo hace susceptible de convertirse en biogás.
La macroalga también tiene propiedades cosméticas y farmacéuticas, pasando por alimento animal y fertilizantes, por lo que sirve para hacer pellets y utensilios biodegradables.
Consideró importante construir en el estado de Quintana Roo digestores, o plantas de procesamiento de materia orgánica, de tal forma que si un año no llega sargazo, se puedan seguir aprovechando con todos los desechos orgánicos de la población, toda vez que el energético surge de materia orgánica, aunque se potenciaría con el sargazo.
Un digestor para procesar unas 150 toneladas al día tiene un costo de unos 22 millones de dólares, por lo que es deseable la participación de la iniciativa privada, dijo.
Refirió que desde 1994 en Holanda opera una planta digestora de residuos orgánicos con dos digestores en donde procesan 40 mil toneladas al año y genera cerca de 2.8 millones de metros cúbicos de metano al año y 28 mil toneladas de digestato (residuo).
Por hacerlo, cobran 90 dólares por tonelada y el gas natural lo venden a 60 centavos el metro cúbico, de lo que obtienen cerca de 168 mil dólares al año.
La planta opera con 20 personas con un salario de 800 mil dólares anuales, un ingreso bruto de cuatro millones de dólares al año y paga anual por retorno de inversión de cerca de 920 mil dólares, pero con ingreso neto de 1.3 millones de dólares anuales.