El sismo del 19 de septiembre de 2017 dañó la pirámide principal del sitio arqueológico de Teopanzolco, en Cuernavaca, Morelos, pero gracias a esto salió a la luz un antiguo altar dedicado al dios Tláloc, que permite inferir que en el sur de México ya existían pirámides con doble escalinata, antes de la existencia de los mexicas o aztecas. Este hecho significa que este tipo de arquitectura, característica del periodo histórico posclásico mesoamericano no llegó desde Tenochtitlán a los pueblos del sur sino que el fenómeno fluyó en sentido contrario e incluso pequeños asentamientos, como los tlahuicas, habrían sido imitados por los mexicas o aztecas.
Como Morelos era un gran centro de producción de textiles de algodón, que fue conquistado por los mexicas, originalmente se estableció la teoría de que fueron ellos los que trajeron a esta región la arquitectura de grandes basamentos con dos templos en la parte superior y con dos escalinatas. Esa había sido la interpretación desde que fue descubierto, en 1921, pero los hallazgos que hicimos durante los trabajos para reparar los daños del sismo nos revelaron un templo mucho más antiguo, que nos indica que este tipo de arquitectura ya se usaba antes de ser conquistados por los mexicas.
Algunos investigadores consideraban que este sitio arqueológico ha tenido mala suerte porque diferentes arqueólogos trabajaron ahí, durante casi un siglo, pero no hay informes ni reportes, todo es a través de comunicación oral o fotos antiguas. Hay muchos huecos de información entre 1921 y 1985. Esto, a pesar de que sí hubo proyectos importantes que habían ayudado a encontrar un basamento a Tezcatlipoca; se encontraron basamentos de sacrificio y se restauraron los muros de la pirámide y la plataforma circular del dios del viento Ehécatl.
Ahí trabajaron importantes arqueólogos como Jorge Angulo y Román Piña Chan, pero no había registros, documentos. El nuevo hallazgo ocurrió cuando se estaba tratando de consolidar el núcleo de la pirámide mayor, para evitar que se derrumbara hacia su centro. Ahí encontraron lo que parecía una esquina, y esto generó gran emoción, y la excavación continuó hasta 4 metros de profundidad, que fue lo que permitió el recurso económico, logrando identificar un templo a Tláloc.
La información permite suponer que, junto al primer y pequeño templo de Tláloc, habría otro templo dedicado al dios de la guerra Huitzilopochtli. Este tipo de pirámide con dos templos gemelos se considera un rasgo distintivo del periodo Posclásico. El templo más antiguo que se conocía, hasta ahora, con esas características, está en Tenayuca, Estado de México (a 10 kilómetros al norte del actual Centro Histórico de la Ciudad de México) y data del año 1220. Pero el nuevo hallazgo informa que Teopanzolco sería contemporáneo de Tenayuca y sería anterior a la conquista mexica.
La importancia del hallazgo es que cambia la manera como se pensaba que fluyó la información y se distribuyó la arquitectura y cultura nahua en el centro de México. Lo nahua habría llegado a Morelos antes que los mexicas y estos pudieron ser influidos por los Tlahuicas, que fueron los habitantes originales del “lugar del templo viejo”: Teopanzolco.