La de Rusia podría ser calificada como una de las mejores carreras del año y no sólo porque el piloto mexicano Sergio Pérez, de Force India, acabó en el podio, sino por toda la acción que ocurrió en el circuito de Sochi desde que se apagaron los semáforos.
Las imágenes no dieron tregua a los miles de aficionados que veían el rosario de accidentes, despistes, rebases y maniobras que acaparaban la pista, mientras el Safety Car desquitaba el sueldo y los pilotos se brindaban en el campo de batalla.
Nico Rosberg arrancó con el hambre de brillar y de no servir el título en charola de plata a su coequipero Lewis Hamilton. Sin embargo, una vez más su Mercedes le hacía pasar un mal rato, y con el acelerador averiado no pudo aguantar más que siete vueltas. Al igual que en las Guerras Mundiales, la batalla en Rusia otra vez le daba la espalda a un alemán.
A partir de ese momento, el piloto inglés se levantó como el más grande de la parrilla, comenzó a volar sobre la pista sin que nadie pudiera hacerle sombra. Hilvanó así su victoria 42, superando en triunfos a su ídolo Ayrton Senna e igualando a Sebastian Vettel (Ferrari), para colocarse, junto con el alemán, como el tercer piloto con más carreras ganadas en la máxima categoría.
En esta ocasión, al de Ferrari sólo le alcanzó para escoltarlo y ubicarse, con 236 puntos como segundo en la tabla de posiciones, siete unidades por delante de Rosberg.
Por fortuna, esta carrera tuvo más que ofrecer, sobre todo para Checo. El accidente, en el que Romain Grosjean acabó en la barda con su Lotus destrozado, le permitió al tapatío entrar a pits para plantear una estrategia arriesgada, en la que el piloto nacional debía gestionar de manera magistral sus neumáticos, toda vez que faltaban 42 vueltas y alrededor de 243 kilómetros por recorrer. Tanto Checo como Force India le apostaron todo a las manos del piloto.
Luego de arrancar en séptima posición y remontar dos lugares, entró a pits antes que todos y poco después del ecuador de la carrera (pactada a 53 giros) escaló hasta el tercer puesto.
Todo el mundo vio a Checo como presa. El primer retador fue Daniel Ricciardo a quien su Red Bull le falló y terminó siendo superado por el Williams de Valtteri Bottas, quien hacia el final de la carrera marcaba los mejores tiempos.
El finlandés sabía que las llantas de Pérez tenían muchos kilómetros recorridos, así que rebasó al mexicano, aunque el destino le tenía preparada una sorpresa.
En cuanto el de Williams se fue sobre Checo, Kimi Räikkönen (Ferrari) decidió también aprovechar la oportunidad, y tras rebasar al VJM08 se fue sobre su compatriota. Sin el espacio suficiente para realizar la maniobra, un repentino e inesperado accidente los dejó fuera de combate, devolviendo la posición a Checo. Para algunos, justicia divina; para otros una de cal por las que le cayeron de arena.
Finalmente Sergio arriesgó todo y las ganancias fueron cuantiosas: sumando así el quinto podio de su carrera, y acumulando 15 puntos más que lo catapultaron nuevamente a la novena posición del campeonato de pilotos, ahora con diez unidades sobre Grosjean. Con estos buenos resultados, el mexicano retomó su racha, a dos carreras de correr en el Hermanos Rodríguez.