UNAM e Ibero diseñan modelo para estudiar nebulosas

¿Qué hay dentro de una nebulosa planetaria? La respuesta fácil es estrellas apagándose. Pero ¿por qué tienen formas diversas? y ¿cuántas estrellas hay detrás de ese gas ionizado, que sólo nos muestra el colorido de esas bellas postales astronómicas? Esto se estudia aún y en México investigadores de la UNAM y la Universidad Iberoamericana (UIA) realizarán nuevas investigaciones con un instrumento que prevén instalar este otoño en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN) en San Pedro Mártir.

Una nebulosa planetaria es creada cuando una estrella expele sus capas más externas después de que se le ha acabado el combustible que había estado quemando. Estas capas más externas de gas se expanden hacia el espacio, formando una nebulosa que tiene frecuentemente la forma de un anillo o burbuja. Aproximadamente hace 200 años, William Herschel las llamó nebulosas planetarias porque eran redondas como los planetas.

“Hay muchos estudios sobre nebulosas planetarias, pero no se tiene claro cuáles son los mecanismos que forman las diferentes morfologías de éstas” —señala Anabel Arrieta Ostos, académica del Departamento de Física y Matemáticas y astrofísica colaboradora del Centro Astronómico Clavius de la UIA—, lo que representa una de las principales preguntas que se hacen muchos astrónomos.

La investigadora agrega que existen nebulosas esféricas, alongadas y otras con formas más extrañas. Se piensa que esta morforlogía depende de su estrella, o estrellas, progenitora (s). En el sistema solar sólo tenemos al Sol, pero en el Universo son muy abundantes los sistemas binarios de estrellas.

“Por ello se cree que las nebulosas alongadas, por ejemplo, son producidas por hasta dos estrellas de un mismo sistema. Desafortunadamente, en éstas no podemos ver lo que hay en el interior, porque el gas opaca lo que hay dentro de ellas”.