Es un hecho que aplicaciones como Telegram, Signal u otras ofrezcan privilegiar la intimidad a través de funciones como autodestrucción de mensajes o negar capturas de pantalla, pero la verdadera clave se encuentra en la configuración de todas estas aplicaciones y si seguimos sin usarla, nuestra información seguirá expuesta
Ante la polémica por las nuevas políticas en el manejo de datos personales en WhatsApp, Luis Ángel Hurtado Razo, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, recomendó continuar con el uso de esta aplicación, ya que si además se tiene una cuenta en Facebook, Instagram, o en ambas, los datos siguen vertidos en estas redes sociodigitales.
Dijo que la idea de que alguien se introduzca al hilo conductor de las comunicaciones en WhatsApp, Facebook o Instagram y las publique, es falsa, es un mito. Y explicó que se trata de un algoritmo (conjunto de instrucciones o reglas que permiten solucionar un problema) que traducirá estas pláticas para almacenarlas en algún servidor.
“El problema que tenemos con WhatsApp son las políticas de privacidad. El fenómeno de la vulnerabilidad de las tres redes sociales del conglomerado de Mark Zuckerberg se dio a conocer cuando una empresa de corte inglés, mejor conocida como Cambridge Analytica, en 2016 o 2017 dio a conocer la fuga de datos personales que vertíamos en estas aplicaciones”, explicó.