Unviersidades mexicanas desarrollan respiradores artificiales

Ante el aumento de casos graves de enfermedad respiratoria COVID-19 que requieren que los pacientes sean intubados y reciban apoyo mecánico para respirar, instituciones académicas mexicanas han desarrollado respiradores artificiales nacionales que buscan apoyar al sistema de salud. El pasado 27 de marzo, la Presidencia de la república informó que el país contaba con cinco mil ventiladores y se negociaba la compra de otro tanto con el objetivo de atender enfermos graves.

Algunas características de estos equipos son que están fabricados con materiales y tecnología disponibles dentro del país y que, en algunos casos, pueden ser trasladados a zonas rurales y de difícil acceso. Protagonistas de estos proyectos son profesores, estudiantes e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav); el Tec de Monterrey y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El 2 de abril, un equipo de investigación multidisciplinario del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Tec de Monterrey creó un Ventilador Pulmonar Mecánico con componentes económicos, de fácil acceso y de origen nacional.

El 30 de abril, la UNAM presentó otro respirador mecánico mexicano, construirlo en el Instituto de Ciencias Nucleares y que destaca por ser portátil; entrar literalmente en la cajuela de un vehículo y poder ser llevado a cualquier lugar, sin temor a que se dañe porque mecánicamente puede resistir a las vibraciones de estar en un camino de tierra.

tros dos respiradores artificiales mexicanos, hechos en Guadalajara, fueron presentados la primera quincena de mayo en el Campus Jalisco de Cinvestav y en el que tiene en esa misma ciudad el Tec de Monterrey.

El ventilador del Tec es de rápida manufactura y se centra en un aspecto clave: la automatización, a fin de evitar que los médicos lo operen constantemente.

Los investigadores del Cinvestav analizaron proyectos open source del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), del Grupo Resistencia de Italia y del Consorcio Oxigene, que se encuentran en internet, para que con base en ellos diseñaran su propia versión mejorada integrando una computadora con programas de inteligencia artificial capaz de bombear aire y oxígeno a los pacientes de manera adecuada y sin causar algún daño.