«Ya no estoy aquí», representante mexicana ante los Oscares

Es turno de Los Terkos. La película Ya no estoy aquí, del realizador Fernando Frías de la Parra, fue anunciada este lunes como la representante de México de cara a la próxima edición de los Premios Oscar en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa, según dio a conocer la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), a través de redes sociales.

En los últimos 20 años el cine mexicano ha cautivado a los mejores festivales del mundo, sin embargo, pocos resultados se han dado en la competencia más popular de los galardones fílmicos que son los Premios Oscar. Desde Amores perros, de Alejandro González Iñárritu, en el año 2000, sólo cinco películas han llegado a ser nominadas en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa, de ellas solo Roma, de Alfonso Cuarón, ha conseguido la estatuilla.

Las películas que han conseguido la nominación han sido Amores perros (2000), de Alejandro González Iñárritu, que perdió contra El tigre y el dragón, de Ang Lee; luego fue El crimen del padre Amaro (2002), de Carlos Carrera, que perdió contra la alemana En algún lugar de África, de Carole Link; más tarde fue El laberinto del Fauno (2006), de Guillermo del Toro, que perdió contra La vida de los otros, del alemán Florian Henckel von Donnersmarck; Iñárritu regresó en el 2010 con Beautiful, que perdió con En un mundo mejor, de Susanne Bier de Dinamarca.

Fue dos ediciones atrás cuando Roma le dio la primera estatuilla en esta categoría en la historia del cine mexicano (aunque siempre quedará la duda si en el 2001 el mismo cineasta lo hubiera logrado cuando Y tu mamá también estaba en la boca del mundo y la Academia decidió mandar a Perfume de violetas, nadie te oye, de Maryse Systach). Entendiendo los mecanismos de Hollywood, la película necesitó de un respaldo comercial que tampoco nunca antes ha tenido un filme mexicano como fue el que le dio Netflix, cuando tomó a Roma como la pieza clave en su intento por formar parte de la élite del cine hollywoodense junto a los grandes estudios de cine como Universal Pictures, Paramount o Warner Bros.

Los resultados de ese año en los Oscar para Roma fueron satisfactorios con tres premios: Mejor Fotografía, Mejor Película de Habla no Inglesa y Mejor Director. Cerca estuvo de conseguir la hazaña de obtener el de Mejor Película que finalmente se llevó Green book, y que dejó inconforme a un gran sector del público cinéfilo. Fue el año en que la maquinaria Netflix llegó para quedarse.

Hacemos memoria de este evento porque Ya no estoy aquí, ahora contendiente oficial, también es un filme respaldado por Netflix pues, de hecho, la plataforma tuvo la premisa de su estreno, saltándose la llegada a cines comerciales pues la pandemia dio el parón de los cines y la compañía streaming decidió no esperar a su reapertura y lanzarla a mediados del año. Más tarde se ha podido ver el filme en la Cineteca Nacional. 

En un año inusual, el filme mexicano llegará a la competencia de los Premios Oscar con un panorama muy distinto al de Roma, que tenía un tamaño de producción más monumental que el filme de Fernando Díaz de la Parra, sin embargo la Academia estadunidense tiende a dar algunas sorpresas en las nominaciones finales.

Lo cierto es que la representación de Ya no estoy aquí ha sido una de las más aplaudidas pues el filme ha logrado conectar al sector más autoral y al público en general en el mismo canal, con mucho más optimismo que filmes pasados que han representado a México, tal es el caso de la misma Roma de Cuarón.

El cineasta Fernando Frías nos cuenta, en Ya no estoy aquí, una historia ficticia inspirada en ese movimiento contracultural que recibió burlas de la clase acomodada por décadas, pero de la que hubo un tiempo en el que, con fiestas sonideras, la cumbia colombiana, se convirtió en un símbolo de identidad.