En la actualidad, el diagnóstico de los trastornos del espectro del autismo (TEA) solo puede establecerse una vez el niño afectado manifiesta, y de una forma muy aparente, los síntomas del comportamiento característicos de estos trastornos, entre otros un déficit en la comunicación, la dificultad para una correcta integración social, una dependencia exagerada de las rutinas, o una gran intolerancia ante los cambios o a la frustración. En consecuencia, el diagnóstico, ciertamente complejo, requiere de la intervención de distintos especialistas, lo que puede llevar mucho tiempo. Sin embargo, y además de patrones del comportamiento, los niños con TEA presentan, frente a aquellos sin el trastorno –los denominados ‘neurotípicos’–, diferencias en ciertos procesos metabólicos. O lo que es lo mismo, diferencias en algunos metabolitos específicos que se encuentran tanto en la sangre como en la orina. Entonces, ¿es posible que el autismo pueda diagnosticarse de forma temprana a partir de la detección de estos metabolitos en un análisis de sangre o de orina? Pues según un estudio internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Warwick en Coventry (Reino Unido), sí.
Como explica Naila Rabbani, directora de esta investigación publicada en la revista «Molecular Autism», «nuestro hallazgo puede facilitar un diagnóstico e intervención más tempranos. Además, esperamos que nuestros test también revelen nuevos factores causantes de los TEA. Y es que realizando más pruebas podremos identificar patrones específicos en el plasma y la orina o ‘huellas dactilares’ de compuestos con modificaciones dañinas, lo que nos ayudará a mejorar el diagnóstico de los TEA y abrirá la puerta a la identificación de causas aún no descubiertas».
En el estudio, los autores analizaron las muestras de sangre y orina tomadas a 29 niños y nueve niñas que, con edades comprendidas entre los 5 y los 12 años y residentes en la ciudad de Bolonia (Italia), habían sido diagnosticados de TEA. Y lo que hicieron fue comparar los resultados con los obtenidos en las muestras obtenidas de 23 niños y ocho niñas que, de la misma edad y localidad, no padecían ninguno de estos trastornos.
Los resultados mostraron la existencia de una asociación entre los TEA y la presencia en el plasma sanguíneo de proteínas dañadas por la oxidación y la glicación. O lo que es lo mismo, proteínas modificadas de una forma espontánea por especies reactivas de oxígeno (ROS) y moléculas de azúcar.
Los resultados mostraron la existencia de una asociación entre los TEA y la presencia en el plasma sanguíneo de proteínas dañadas por la oxidación y la glicación. O lo que es lo mismo, proteínas modificadas de una forma espontánea por especies reactivas de oxígeno (ROS) y moléculas de azúcar. La eficacia del nuevo test diagnóstico es superior a la de cualquier método actualmente disponible.