Un grupo de científicos del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (CRIM-UNAM) estudian las diferentes aplicaciones medicinales y alimenticias del ajolote en México.
Las investigaciones en torno al axolotl y achoque se desarrollaron en tres etapas por los especialistas Tzintia Velarde Mendoza, Arturo Argueta Villamar y Gimena Pérez Ortega.
La primera fase se llevó a cabo en Pátzcuaro, Michoacán; la segunda en la delegación de Xochimilco, Ciudad de México, y la tercera se realiza en el eje volcánico de las regiones del Estado de México y Puebla.
En entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Argueta explicó que esta especie es muy significante en términos culturales y tiene grandes usos por las poblaciones ribereñas de las zonas lacustres en aplicaciones medicinales y alimenticias.
El especialista resaltó que también se usa como recurso nutricional en casos extremos, como el periodo después del parto, así como alimento para niños que se encuentran en estado de desnutrición y para los ancianos que pierden vigor físico.
“A partir de todos estos antecedentes y sus usos potenciales queremos incidir en su defensa, conservación e impulsar la continuidad de su uso”, afirmó el investigador.
Por su parte, Pérez Ortega comentó que gracias a los resultados obtenidos en las etapas anteriores se revisan los estudios farmacológicos realizados a partir del conocimiento tradicional.
“La idea ahora es retomar los conocimientos tradicionales con el material previo para estudiar lo que aún no se conoce, que es todo lo relacionado con el aparato respiratorio, el alivio de la tos, flemas, dolor, así como síntomas asociados con la cultura, como la enfermedad de la tristeza”, subrayó.
La especialista mencionó que para la siguiente etapa del proyecto planean un proceso experimental en una fase preclínica en ratones y una fase clínica, al tiempo que darán seguimiento a la gente que consume dichas especies como alimento.