Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en Tlaxcala, lograron modificar un gen de la planta del amaranto, lo que hizo posible incrementar entre 8 y 10 veces la capacidad de esa planta para disminuir los efectos de la hipertensión o presión arterial elevada crónica.
Los estudios se hicieron con ratas en el Centro de Investigación en Biotecnología Aplicada (CIBA). La líder del proyecto, Silvia Luna Suárez, explicó que el proceso consistió en usar una bacteria para modiricar un gen del amaranto que produce o codifica la proteína amarantina, la cual ya era conocida por sus efectos contra la hipertensión. Para reforzar la actividad bioquímica de esta proteína y facilitar que se una a otras moléculas llamadas péptidos bioactivos, con los cuales se potencia el efecto antihipertensivo.
Dichas sustancias, conocidas como péptidos bioactivos, son secuencias de aminoácidos que tienen actividad biológica comprobada, los cuales resultan benéficos a nivel fisiológico, porque además tienen propiedades antioxidante.
Para el desarrollo del proyecto, tras la cosecha de amaranto, los investigadores dejan secar el forraje para luego molerlo y obtener harina, que es de donde extraen las proteínas.
“Posteriormente, se recurre a un proceso de hidrólisis enzimática, en donde las proteínas se mezclan con enzimas proteolíticas específicas para la ruptura de los enlaces peptídicos para obtener un hidrolizado, que a continuación se fracciona en diferentes pesos moleculares”, comentó el equipo.
Se planea presentar un estudio de factibilidad a productores de la región, a fin de que usen la información para brindar más valor agregado a su producto, que podría ser adicionado en alimentos.