La verdad sobre los lentes que filtran la luz azul

Desde hace varios años, en las ópticas suelen ofrecerse, con un supuesto valor agregado, los lentes con filtro para luz azul en las gafas. El principal argumento para venderlos es que ayudan a evitar la fatiga ocular que causa la luz de las pantallas como celulares, computadores o televisores. 

Esta oferta resulta llamativa para las personas que tienen trabajos de oficina o relacionados de alguna manera con el uso constante de pantallas. Además, porque al evitar esta fatiga, la promesa del filtro es que mejorará la calidad del sueño de las personas.Otro de los supuestos beneficios es que, en el largo plazo, este tipo de filtros garantiza una mejor salud visual, evitando el deterioro de su capacidad.

Sin embargo, una revisión sistemática de diferentes estudios que midieron la efectividad de estos filtros demostró que no hay evidencia que soporte tales beneficios. Los resultados fueron publicados en la Biblioteca Cochrane.

Las investigaciones revisadas tenían como base el análisis de la utilización de gafas con filtro y sin filtro para luz azul. Las muestras oscilaban entre cinco y 156 personas, en más de 17 estudios en total. Según las investigadoras, no hay evidencia suficiente para afirmar que este filtro tiene alguna incidencia, para mejorar o empeorar, la fatiga visual que ocasionan las pantallas en la vista. También, encontraron que no hay efectos frecuentes y sostenidos en relación con la calidad del sueño. Incluso, algunas de las personas que participaron en los estudios analizados manifestaron haber sentido molestias y dolores de cabeza al utilizar las gafas. Finalmente, tampoco se encontró que haya una protección contra los daños en la retina, pues la luz que reciben los ojos de las pantallas es apenas una pequeña fracción de luz en comparación con la que soportan a diario como producto de la luz natural.

A falta de un estudio que revise evidencia con muestras más grandes y permita establecer conclusiones a partir de poblaciones más grandes, las autoras de esta revisión no recomiendan la prescripción de estos filtros, pues es probable que no tengan ninguno de los efectos prometidos.