La compañía ya tiene la patente para comenzar a desarrollar un nuevo modelo de vehículo autónomo, con el que automatizaría su servicio de logística y entrega, según ha desvelado el rotativo The Guardian. La multinacional dedicada al comercio electrónico podría sumarse así a otras compañías relacionadas con el ámbito tecnológico que también están inmersas en el desarrollo de coches autónomos, como Tesla, Google, Apple o Uber.
En su patente, presentada en noviembre de 2015 en la Oficina de Patentes de EE.UU. y recién aprobada, la empresa de Jeff Bezos propone una solución para solventar uno de los principales problemas a los que se enfrenta la conducción autónoma: los carriles reversibles. Los vehículos desarrollados por Amazon podrán reconocer este tipo de vías, muy habituales en Estados Unidos y en Europa para ayudar a descongestionar la entrada a las grandes ciudades.
Para lograrlo, según se desprende de la licencia registrada, los vehículos autónomos estarían conectados, por medio de una red inalámbrica, a un sistema de gestión centralizado que coordinaría los movimientos a gran escala, informando en tiempo real sobre el sentido de las vías por las que tendrían que circular.