En la ciudad china de Changsha se dará inicio en la primera mitad de este año 2016 a las pruebas con pasajeros del primer tren con tecnología de levitación magnética (“maglev”, del inglés “magnetic levitation”) cuyo diseño y fabricación es totalmente nacional, tal y como lo indican los medios chinos en el anuncio oficial del evento.
Desde 2004, China ya contaba con la única línea comercial de trenes “maglev” de alta velocidad del mundo entero, conectando el tramo entre las afueras de Shanghai y el aeropuerto internacional de Shanghai Pudong, pero en el caso de esta línea, la tecnología es de procedencia alemana (en una alianza entre Siemens y ThyssenKrupp) mientras que solamente para este proyecto los rieles fueron de fabricación china.
Una década más tarde, el gigante asiático parece haber asimilado esta tecnología, ya que lleva desde enero 2016 realizando varias pruebas pilotos, las cuales se han efectuado sin pasajeros, de una línea de este tipo de diseño así como también de envergadura, pero en este caso sería totalmente nacional. Aunque será en principio, según indican los responsables del proyecto, de velocidad media-baja, un tanto más lenta que el espectacular rendimiento que ofrece el primer “maglev” shanghainés.
La actual línea de Shanghai, compuesta por un convoy de tres vagones y alrededor de unas 574 plazas, cubre una distancia total de 30.5 kilómetros en tan solo unos asombrosos siete minutos, tras alcanzar increíbles velocidades de hasta 431 kilómetros por hora en su tramo intermedio durante tan solo un par de minutos, aunque se comenta que en la práctica llegó a sobrepasar en un día de pruebas, los 500 kilómetros por hora.
El nuevo “maglev” de Changsha, el cual será otro convoy de tres vagones pero un tanto más pequeños, con una capacidad de 363 plazas, llegará a cubrir una distancia de 18.55 kilómetros, comprendida entre el aeropuerto internacional y la estación sur de ferrocarriles de la ciudad, en un tiempo aproximado de unos 10 minutos, alcanzando interesantes velocidades de 100 kilómetros por hora.
Así lo anunció un portal oficial de noticias de China, específicamente de la provincia de Hunan, cuya capital es Changsha, indicando que la línea entraría en pruebas en enero 2016 durante al menos unos tres meses, por lo que se deduce que, si las pruebas arrojan resultados positivos durante el tiempo estimado, podría empezar a abrirse al público a mediados del mes de abril 2016.