El Instituto Tecnológico de Culiacán (ITC), en Sinaloa, realiza en colaboración con otras instituciones un prototipo de sistema de aire acondicionado solar que busca reducir el consumo de energía.
El proyecto, que se desarrolla dentro del ITC, consiste en un sistema de refrigeración conformado por colectores solares instalados en una superficie de 48 metros cuadrados, explicó el profesor Ricardo Domínguez Rodríguez.
El modelo trabaja con agua a una temperatura de entre 90 y 100 grados Celsius, además de una mezcla de nitrato de litio y amoniaco que permite el enfriamiento de una habitación, proceso que lo hace diferente a los sistemas eléctricos convencionales.
“Con este sistema, la principal fuente de energía es la térmica proveniente de los colectores”, indicó Domínguez Rodríguez en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Esta energía térmica podría también venir de otras fuentes, por ejemplo, un calor desecho de la industria, lo que abarataría más los costos”, agregó.
En tanto, uno de los creadores, Luis Alberto Domínguez Inzunza, comentó que el proyecto se inauguró de forma reciente y detalló que se basa en una planta demostrativa de un sistema de aire acondicionado solar que incorpora paneles fotovoltaicos.
“El principal beneficio que se plantea es la reducción del consumo de energía eléctrica para las familias. La factura eléctrica no sería tan elevada como lo es actualmente ante la demanda del uso de aparatos como minisplit”, apuntó Domínguez Inzunza.
“Otro beneficio es que los refrigerantes que se utilizan son amigables con el medio ambiente, lo que ayudaría a reducir el efecto invernadero y el cambio climático”, aseguró.
En la actualidad, el sistema también se prueba en el funcionamiento del acondicionamiento de ambientes, gracias al trabajo con nitrato de litio-amoniaco que hace posible la refrigeración de alimentos por debajo de los cero grados Celsius.
Domínguez Rodríguez dijo que buscarán la patente del sistema, además, con un mayor dominio del modelo piensan hacer un producto más compacto y automático que pueda usarse en casas e industrias.
“Esperamos que para la sociedad sinaloense sea una posibilidad tener un confort climático a mucho menor costo. A la industria permitirá procesar alimentos; o en la horticultura, para el tratamiento de los productos”, detalló Domínguez Rodríguez.
“Creemos que una vez dominada y entendidos todos los fenómenos, puede ser una herramienta poderosa que minimice los consumos de energía, reduzca la emisión de contaminantes y ayude en el bolsillo de las personas”, subrayó el especialista.
En el proyecto trabajan también el Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con el apoyo de la Secretaría de Energía (Sener) y el Conacyt.