La empresa chilena Crystal Lagoons desarrolló una tecnología para desalinizar agua sin el uso de energía eléctrica, la cual aprovecha el líquido caliente que plantas industriales y termoeléctricas arrojan al mar.
El proyecto se creó con el objetivo de dar respuesta a la inminente escasez de agua dulce potable, la cual afecta a más de mil millones de personas en el mundo, destacó en un comunicado la compañía.
La empresa indicó que de acuerdo con el Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas, la cifra de personas sin acceso a agua dulce potable subirá a casi dos mil millones en 2025.
Para implementar el desarrollo, la empresa pondrá en acción plantas piloto en distintas regiones del mundo, además, la tecnología ratificó su viabilidad, pues equivale ocho veces la energía total renovable del mundo, según la firma chilena.
El proyecto se tiene previsto iniciar operaciones en 17 plantas termoeléctricas del norte de Chile, y de concretarse podrá generar agua potable en un volumen similar al que consume todo el país, sin uso de energía adicional y a un bajo costo.
La innovación que desarrolló el bioquímico Fernando Fischmann recibió la patente en Estados Unidos a través del programa “Green Fast Track”, la cual se otorga a las tecnologías con alto impacto ecológico y aportes al medio ambiente mundial.