Enseñar a los niños a tirar las cosas al bote de basura no siempre es fácil. A veces, incluso, tampoco lo es enseñar a los adultos. Pero si el residuo se convierte en un elemento de videojuego, será difícil resistirse a no tirarlo a la basura. Así llega TetraBIN, un bote que es, al mismo tiempo, un contenedor de residuos y un videojuego.
TetraBIN es una papelera urbana cuyo exterior es una pantalla de videojuego. Al dejar caer el residuo por la parte superior de la papelera, este se convierte en parte activa del videojuego. La idea de TetraBIN es animar a los niños a tirar la basura en su sitio y convertir el reciclaje en un juego.
Este invento urbano cuenta con dos versiones, por el momento: una en la que aparecen perros hambrientos con murciélagos sobrevolándolos y otra similar a un Tetris. En el primer caso, al caer la basura, se convierte en trozos de pollo virtual que tenemos que conseguir que llegue a los perritos sin que los murciélagos lo roben. En el segundo, hay que colocar la pieza en su lugar.
Este desarrollo sólo es el principio y si tuviese éxito buscan implementar actualizaciones, de modo que los peatones ganen recompensas por jugar. Es decir, premios por reciclar.