El virus del zika puede causar estragos en el cerebro de un feto, pero su poder destructivo también puede aprovecharse para combatir un tipo de cáncer cerebral en adultos, afirmaron investigadores el martes.
El virus, que llegó a Sudamérica desde Polinesia hace alrededor de cuatro años, es más peligroso en mujeres embarazadas ya que puede causar a sus bebés microcefalia (cabezas anormalmente pequeñas) y problemas neurológicos asociados, incluso aumentar la tasa de abortos involuntarios.
A diferencia de la mayoría de virus, el zika pasa de la sangre al cerebro, donde infecta y mata a las células madre, teniendo graves efectos sobre el desarrollo cerebral, y justo esa capacidad resultaría útil para combatir los mortales cánceres cerebrales, la mayoría causados por mutación de esas células.
Jeremy Rich, de la Universidad de California, San Diego, y su equipo probaron el virus zika en glioblastoma, el tipo más común de cáncer cerebral y uno de los más difíciles de tratar, incluso después de la cirugía y otras terapias, y por lo general causa la muerte un año después el diagnóstico.
Los científicos descubrieron que al exponer muestras de un glioblastoma humano (tumor de crecimiento rápido) en un plato con un cultivo de zika, éste destruyó las células madre del cáncer, las cuales suelen matar a una persona, ya que pueden volverse resistentes a todos los tratamientos disponibles.
El equipo de científicos también probó el virus en células cerebrales ordinarias de adultos sin cáncer y encontraron que no infectó este tejido, lo que se puede explicar por qué el zika raramente causa problemas en personas adultas.
A continuación, los expertos efectuaron pruebas en ratones implantados con glioblastomas y descubrieron que normalmente esos roedores morían al mes, pero los inyectados con zika vivieron más tiempo, con cuatro de nueve vivos todavía a los dos meses.
El grupo investigador aún analiza cómo esto se traduciría a las personas, ya que la enfermedad afecta a los ratones de manera diferente que a los humanos, pero por el momento carecen de planes para comenzar a probar el zika en personas con cáncer cerebral.
Los resultados de la investigación, publicados en The Journal of Experimental Medicine, mostraron que aunque se trata de un virus devastador para los bebés podría ofrecer un sorprendente y nuevo tratamiento para combatir el cáncer cerebral en adultos.
El glioblastoma afecta a 12 mil personas al año en Estados Unidos; tratamiento estándar que aplica consiste en quimioterapia y radioterapia.
«Resulta sumamente frustrante tratar a un paciente de una forma tan agresiva como ya sabemos para ver que su tumor reaparece al cabo de pocos meses», señaló Milan Chheda, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, coautor de la investigación.
«Así que nos preguntamos si la naturaleza podía ofrecernos un arma para actuar sobre las células responsables de esta recurrencia», agregó.
El secreto del aparente éxito del zika, según los experimentos recientes, es que el virus apunta específicamente a las células madre del cáncer cerebral, que tienden a sobrevivir a la quimioterapia y propagarse.