Un grupo de científicos del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), en Baja California Sur, crearon un sustrato orgánico para mejorar la producción agrícola de cultivos hidropónicos en la región.
El producto tiene como base los residuos orgánicos formados en los palmares de los oasis en Baja California, además de yeso agrícola fortificado, detalló el investigador del Programa de Agricultura en Zonas Áridas, el doctor David Raúl López Aguilar.
“Es un proceso de producción interesante, en el cual interviene el yeso (sulfato de calcio, CaSO4) como un ingrediente que previene enfermedades fúngicas e incrementa la retención de humedad del sustrato”, mencionó López Aguilar, en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
El sustrato orgánico pretende conservar limpios los oasis de desechos con un alto índice de combustibles, además se busca encontrar un sustituto del sustrato de fibra de coco, el cual es poco accesible por su alto costo, indicó el especialista.
La principal línea de investigación de Cibnor es la adaptación de los sistemas hidropónicos a las condiciones climáticas del noroeste del país, destacó López Aguilar.
“La clave está en adaptar la tecnología hidropónica que se ha utilizado en otras partes del mundo a las condiciones de las zonas áridas y reemplazar con materiales locales los que son utilizados en otras partes, para reducir costos y facilitar su acceso”, subrayó.
Comparado con la agricultura tradicional, la hidroponía ofrece diversas ventajas porque permite producir hortalizas en espacios reducidos que no eran generadas en climas áridos y semiáridos, además reduce el riesgo de plagas y se ahorra agua.
“En agricultura convencional se necesitan ocho mil litros de agua para producir un kilo de higo seco; con un sistema hidropónico se necesitan 500 litros de agua”, dijo el investigador.
“Es un incremento en el rendimiento en proporción de uno a veinte, además de un consumo de agua hasta diez veces menor”, agregó.