El mexicano José Alberto Espejel, estudiante de Ingeniería Ambiental de la universidad La Salle de México, descubrió la fórmula para transformar el lirio acuático en bioetanol, un trabajo científico que presentará en diciembre en Estocolmo (Suecia) a los ganadores del Premio Nobel 2016.
«El proyecto surgió hace un año con la finalidad de darle un uso útil al lirio acuático, una planta flotadora de la familia de las Pontederiaceae de las regiones tropicales de Sudamérica», explicó a Xinhua Espejel.
Además, explicó que la planta actualmente es un problema en el entorno mexicano. «El lirio acuático, de manera natural, actúa como filtro natural de contaminantes, pero en cuerpos acuáticos pequeños puede convertirse en plaga, como ocurre en los canales de Xochimilco», dijo.
Sobre el inicio de su trabajo, acotó que «el proyecto inició cuando estudiaba el nivel medio superior, donde se presentaron varias propuestas para atender la plaga del lirio y recuperar los cuerpos de agua de Xochimilco (…) con el objetivo de convertir la planta en un producto útil».
Para cumplir, el universitario confesó que pudo haber sacado plástico biodegradable de los cuerpos de agua, pero se decidió a hacer algo más, un proceso análogo al que se hace con maíz o caña de azúcar y «de ahí nos fuimos por una materia prima para producir bioetanol», explicó.
Para su proyecto decidió asesorarse por la maestra Norma del Rocío Mireles, egresada de Ingeniería Química en La Salle y Doctora en Ciencia e Ingeniería de Materiales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Así logró extraer azúcares fermentables a partir del lirio acuático de Xochimilco mediante un proceso que incluye utilización de levadura de cerveza, que lo transforma en alcohol y que al final se convierte en bioetanol, producto que además está en trámite para patentarse hacia 2020.
De acuerdo con Espejel, en Brasil el bioetanol se ha utilizado desde la década de los 70 como aditivo en gasolinas, hasta llegar a que el 10 por ciento de los vehículos usen completamente este combustible, y en México se pretende, dijo, usar el bioetanol de la misma forma.
«Lo que pretendemos es repetir, técnicamente, como en Brasil, que se implemente en primera fase como aditivo y posteriormente y con mayor inversión se pueda expandir esta cultura de uso de biocombustibles», enfatizó el universitario.
Para Espejel, quien actualmente es estudiante de segundo semestre de Ingeniería Ambiental de La Universidad La Salle, el costo de este proceso es redituable.
«Las ventajas que tenemos es que el lirio gratis y llevándola a costos industriales nos podría dar, más adelante, un balance de costo-beneficio», consideró el estudiante.
Espejel también detalló que actualmente a pequeña escala de un kilogramo de lirio se pueden obtener aproximadamente 20 mililitros de alcohol, pero «hasta ahorita estamos contentos con eso».
José y su asesora trabajan en el laboratorio de su universidad para aumentar la eficiencia en la fase de destilación a fin de ir preparados al Seminario Internacional Juvenil de Ciencia que se llevará a cabo en diciembre en Estocolmo y presentar su proyecto a los ganadores de los Premios Nobel 2016.
«Al principio éramos un equipo y luego me quedé solo; pensé que el proyecto quedaría trunco pero afortunadamente lo retomé con ayuda de la doctora y estamos aquí desarrollando el proyecto emocionados y con ánimo», dijo Espejel.
Espejel reconoce que actualmente en México son insuficientes los recursos que se destinan para la investigación y la ciencia, pero su ánimo no disminuye para seguir investigando y aportando a su país.
«El proyecto se debe seguir desarrollando pero estoy muy satisfecho y contento con lo que se ha hecho. Además, es un aliciente el hecho de que iré a Suecia en representación de México y toda Latinoamérica», afirmó el estudiante mexicano.
En su opinión, esta propuesta puede ser parte de la solución a la contingencia ambiental y también una contribución a la salud pública.
«Espero que mi investigación pueda interesar en otros países, que se utilice y pueda seguirse desarrollando, principalmente en mi país».
El etanol proviene de la celulosa y puede ser producido de una gran variedad de residuos agrícolas como el maíz, cereal o caña de azúcar, entre otros.
Actualmente en Estados Unidos, Brasil y algunos países de Europa se utiliza como alternativa a la gasolina, ya que resulta benévolo con el medio ambiente y significativamente disminuye la contaminación.
El lirio acuático se ha convertido en casi todo el mundo en plaga en manantiales, lagos y presas, lo que afecta a la fauna endémica.