Luis Enrique Velasco Velázquez, originario de Chiapas, es líder de un equipo de científicos responsables del diseño mecánico del vehículo (róver) que explorará Marte en 2020, en el Laboratorio de Propulsión de Jets (JPL, por sus siglas en inglés), de la NASA.
El grupo lo conforman 30 personas de todo el mundo y en él se pondera la diversidad, en el sentido más amplio, y se impulsa la participación de la mujer. “Tenemos mucho trabajo y entre otras cosas vemos la robótica, así como toda la ciencia y tecnología para preparar el vehículo que va a explorar el Planeta Rojo; en 2012 se envió el Curiosity y ahora preparamos el que irá en 2020 en la misión ´Entrar, descender y aterrizar’”, explica el especialista en software para dibujos en tercera dimensión.
El vehículo cuenta con seis llantas, cada una independiente de las otras, y como parte de la exploración deberá recolectar rocas y sedimentos para el regreso a la Tierra, así como reconocer los compuestos en aquel planeta, principalmente oxígeno, y se harán evaluaciones sobre la posibilidad de crear combustible.
Además, realizará la caracterización del terreno del aterrizaje y hará cálculos de temperatura y de velocidad del viento para tomar acciones ante ello. En pocas palabras, desde el JPL en Pasadena, California, se calculan ahora todos los riesgos que el róver puede enfrentar, y se prevén los parámetros de seguridad para evitar los posibles errores. Se trata de una infraestructura enorme para un trabajo de logística de la misma dimensión.
A decir del científico mexicano, la misión Marte 2020 es la más importante para la NASA actualmente, y como parte de ella la creación de este laboratorio de ciencias sobre ruedas es elemento fundamental.
“La Agencia ya no lanza transbordadores, ya no busca llegar a la Luna porque se tiene todo el conocimiento de cómo hacerlo, ahora va por nuevos retos, como llevar a seres humanos a otros planetas. La visión a futuro es enviar astronautas a Marte y colonizarlo”, puntualiza quien estudió hasta la preparatoria en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y terminó su doctorado de ingeniería mecánica en la Universidad de Brigham Young, en Utah (EU).
Luis Enrique Velasco relata que ha enfrentado diversos obstáculos antes de llegar al sitio que hoy ocupa, pero los mismos lo han fortalecido. Al llegar a EU no dominaba el idioma inglés y aun así manifestaba que su meta era trabajar en la NASA, por lo cual fue motivo de burlas por sus compañeros de clase.
Ahora, el oriundo de Chiapas agradece a Dios las experiencias vividas, el haber logrado sus objetivos profesionales y la oportunidad de ser parte de uno de los proyectos científicos más importantes de la historia.
“Como joven no debes desistir de tus sueños y debes poner todo de tu parte para lograrlos”, recalca el ejemplo de exitoso caso de un mexicano fuera de su país.