Desarrollar micropolos urbanos, crear transportes especiales para las zonas de montaña, incentivar el uso de la bicicleta y aumentar los estacionamientos fuera de la ciudad son algunas de las recomendaciones que hacen organizaciones como el programa ONU-Hábitat, el Centro Mario Molina y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, frente a las contingencias ambientales en la Zona Metropolitana.
Para tener soluciones de largo plazo los centros de estudio sugieren hacer una planeación inteligente que mezcle todas las alternativas para mejorar la movilidad.
Sobre la movilidad, el representante de ONU-Hábitat en México, Erik Vittrup Christensen, señala a Crónica que ésta es la causa principal de la contaminación ambiental en la Ciudad de México y otras 135 ciudades del país, pues existe un incremento acelerado del parque vehicular y los desplazamientos para trabajar, ir a la escuela o realizar trámites públicos cada vez son mayores.
Por ello, la primera gran recomendación del funcionario de ONU-Hábitat es comenzar a pensar en el modelo de desarrollo urbano llamado “Ciudades de 15 minutos”. Para esto hay que comenzar a planear micropolos urbanos en los que se pueda vivir, trabajar y realizar trámites en áreas en las que el desplazamiento promedio de los habitantes sea de 15 minutos.
La anterior recomendación coincide con la propuesta del Centro Mario Molina llamada Ecozonas. Este modelo de desarrollo plantea crear núcleos modelo dentro de la ciudad que limiten el ingreso de vehículos y castiguen severamente a cualquier transporte contaminante. Esas zonas tendrían un impacto indirecto en el resto de la ciudad porque sería aquellas con más densidad poblacional.
La ONU-Hábitat también propone expandir mucho la red de autobuses para que pase por la mayoría de calles de la ciudad. Informa que en ciudades como Toronto, Canadá, se ha ampliado la red de rutas de autobús de manera que prácticamente en todas las calles pasa transporte público a determinada hora. Esto debe estar ligado a que se cuente con más seguridad para los pasajeros en los autobuses
Una tercera propuesta explicada por el representante en México de ONU-Hábitat es crear estacionamientos afuera de la Ciudad y buenos centros para abordar trenes o metro desde los suburbios hacia el centro. Esta infraestructura sería un apoyo para muchas de las personas que laboran en las ciudades pero viven en suburbios o poblaciones vecinas.
Por último, ONU-Hábitat considera importante abrir el debate sobre la posibilidad de cobrar impuestos especiales para entrar a la zona central de la Ciudad de México. En Londres, Inglaterra, ya existe un sistema por el cual los automóviles pagan un impuesto especial para entrar a la zona central. De lo contrario sólo se puede ingresar mediante transporte público.
De acuerdo con el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (II-UNAM) como complemento al control de vehículos motorizado, en las zonas planas de la ciudad se deben reforzar los incentivos al uso de bicicletas, pero en las zonas montañosas se deben encontrar soluciones alternativas, como el transporte en teleférico que ya se estudia.
Por su parte, el Centro Mario Molina pide eliminar el subsidio a la tenencia; establecer impuestos asociados al valor del auto y sus emisiones; adoptar un precio de combustible que incluya el costo que tienen los impactos ambientales y de salud.
La misma asociación civil fundada por el Premio Nobel de Química 1995 pide que se regule el transporte de carga, se contenga la mancha urbana y se combata la corrupción en los centros de verificación.