La primera planta piloto en América Latina de conversión de residuos en energía, conocidas como Waste To Energy (WTE), será construida en Brasil para que entre en operaciones en 2019.
Esta planta, que evitará la emisión de 900 toneladas de CO2 a la atmósfera por año, es un proyecto público–privado, en el que participa como socio la multinacional Coppel Seghers, que es la encargada de garantizar el montaje de la infraestructura tecnológica.
El ingeniero mecánico belga, Bjorn Rondelez, invitado a la Conferencia Panamericana Waste To Energy 2016, que se realiza en esta ciudad colombiana, explicó a Notimex, el proyecto piloto en Brasil.
El ingeniero belga señaló que en 2010 Brasil expidió una legislación que obliga a las municipalidades a tratar los residuos sólidos y Sao Pablo, dio el primer paso para montar la primera planta WTE.
“La mayoría de los municipios en Brasil tienen botaderos de basura. No hay ningún tratamiento y la ley obliga que las autoridades locales desarrollen proyectos a favor del medio ambiente”, explicó el experto belga, quien tiene un master mecánico de la Universidad de Gante (Bélgica).
Las plantas de Conversión de Residuos en Energía (WTE, por sus sigla en inglés) se están convirtiendo en una necesidad para garantizar energías limpias hacia el futuro, en especial en América Latina, una de las regiones más rezagadas en el tratamiento de residuos sólidos.
La planta estará localizada en Barueri, estado de Sao Pablo, en una área de 37 mil 237 metros cuadrados, con capacidad para tratar 825 mil toneladas por día de residuos sólidos.
La planta tendrá una capacidad termina de 64 MWth, con una salida de vapor de caldera de 76 mil 500 kg/h y tendrá una producción bruta de energía eléctrica de 17 MWel, explicó el ingeniero belga.
“La planta evitara la emisión de 900 mil toneladas de CO2 en la atmósfera por año. El 90 por ciento de los residuos convertidos en energía eléctrica beneficiara a 80 mil residencias”, subrayó el experto.
Aseguró que las plantas WTE “permiten reducir hasta en un 90 por ciento el volumen de los residuos, utilizando tecnologías de alto rendimiento, con seguridad ambiental probada”.
Las WTE utilizan sólo materiales no reciclables de lo recolectado en forma selectiva, y se presentan como una parte complementaria de la cadena de reciclaje.
Este tipo de plantas – dijo – contribuyen “a la reducción de gases de efecto invernadero a la atmósfera. En el proceso de operación se garantiza una baja generación de metano, que se produce en la descomposición de las materias orgánicas presentes en las basuras”.