El futuro de las vacunas antigripales podría estar en un parche diminuto y punzante. Los resultados de la fase 1 de un ensayo clínico publicados en la revista médica The Lancet este martes consideraron que la microaguja disoluble del parche gripal es “bien tolerada” y segura de usar.
En lugar de recibir una vacuna contra la gripe con el tradicional pinchazo de una jeringa, el pequeño parche viene con 100 microagujas que suministran la vacuna cuando se presiona sobre tu brazo.
“Es realmente muy pequeño, apenas si puedes verlo”, dice la doctora Nadine Rouphael, profesora asociada de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory y autora principal de la prueba clínica, que se hizo en colaboración con el Instituto de Tecnología de Georgia.
Ella describió las microagujas como algo tan minúsculo que no causan tanto dolor como la vacuna tradicional contra la gripe; sin embargo, de manera colectiva, estuvieron asociadas con picazón en el punto de inyección durante el ensayo.
“También miramos la eficacia de la vacuna. ¿Es capaz de inducir una respuesta inmune similar a la de una vacuna antigripal tradicional? Y fue capaz, realmente”, dice Rouphael.
“(Las microagujas) se ponen en una estructura parecida a una cura y luego esa cura es aplicada, en este caso, a la muñeca”, agrega. “Cuando te lo pones y haces suficiente presión para asegurarte de que las microagujas realmente penetrarán la piel oyes como un sonido. Luego de unos minutos, removemos el parche. En ese momento, las microagujas se habrán disuelto por completo entre la piel, junto con la vacuna”