Investigadores de la UNAM desarrollaron sistemas en los cuales se utilizan las microalgas para el tratamiento de aguas residuales y en la producción de biocombustibles gaseosos: metano e hidrógenas, esencialmente. Al respecto, Germán Buitrón Méndez, de la Unidad Académica del Instituto de Ingeniería, campus Juriquilla, señala que este trabajo se realiza desde hace año y medio. “Estamos en la etapa de pruebas piloto. Debido a los buenos resultados, lo que sigue es escalarlo a una planta mayor para mayor producción”. La primera meta alcanzada, agrega, es una metodología para desarrollar los consorcios de microalgas nativas para inocular un reactor. Explica que el estudio es financiado por el Fondo Mixto Conacyt-Querétaro y tiene dos objetivos: tratar aguas residuales y obtener un producto de valor agregado.
Indica que las microalgas se utilizan para producir biodiésel. Estos microorganismos acumulan lípidos que, tras un proceso de transesterificación son transformados en el comburente referido. Sin embargo, para obtenerlo se deben concentrar y después secar, lo que consume mucha energía y es oneroso, expuso el coordinador del proyecto.
Para tratar el agua por métodos biológicos tradicionales hay dos procesos que utilizan bacterias: el aerobio (en presencia de aire) y el anaerobio (en su ausencia). La ventaja del primero es que es más rápido y requiere tanques más pequeños, aunque produce menos biomasa.