Aidé Resendiz debía transportarse hasta por cuatro horas para llegar a su empleo como empleada doméstica en la casa de Rodolfo Corcuera. No era el único de sus problemas: debía mantener a sus dos hijos sola, se estaba divorciando y no tenía otros clientes.
En México hay 2.2 millones de empleadas domésticas que viven con menos de 160 pesos al día, no tienen seguro médico y sufren abusos de sus patrones. Por otro lado, para mucha gente resulta difícil encontrar personas de confianza para realizar tareas domésticas.
Corcuera halló una forma de solucionar ambos problemas. Creó Aliada, una plataforma web que conecta a las empleadas domésticas de la Ciudad de México y la zona metropolitana con sus clientes. Cobra 10% de comisión por cada servicio. Los usuarios pagan por hora, desde 65 pesos, si es servicio recurrente, y 105 por visita única, a través de tarjeta de crédito, débito o PayPal.
Al principio, el emprendedor agendaba personalmente las citas de Aidé, Feliciana y Flora Patricia, sus primeras aliadas. “Siempre digo que las primeras inversionistas fueron ellas”, dice Corcuera.
La compañía inició operaciones con recursos propios y de inversionistas ángeles. Seis meses más tarde, Aliada recibió una ronda de capital de 800,000 dólares, de los fondos Dila Capital, Capital Invent y Variv Capital.
Aunque este modelo de negocio ya existía en Estados Unidos y en Europa, Corcuera fue pionero en México.
A finales de 2014, Zolvers llegó a México. Esta firma argentina, fundada en 2013, ofrece servicios como los de Aliada, además de plomería y electricidad. La firma cobra 40% de comisión por el primer contacto con los clientes, explica Cecilia Retegui.