Setenta artistas internacionales, entre ellos el multifacético Ai Weiwei, rinden homenaje a la figura de Martín Lutero con una exposición inaugurada hoy en una antigua prisión de Wittenberg, la ciudad en la que el célebre teólogo inició la Reforma protestante en 1517.
La muestra, titulada Lutero y la vanguardia, reúne los trabajos de reconocidos creadores como Markus Lüpertz o Jonathan Meese que con sus pinturas, esculturas e instalaciones se ocupan de forma crítica de temas como la sociedad o la libertad.
Siguen así el ejemplo de Martín Lutero, iniciador de la Reforma protestante que hace cinco siglos clavó en Wittenberg sus 95 tesis contra la venta de indulgencias en la Iglesia católica creando una revolución tanto en el seno de la iglesia como en la sociedad.
«La posición crítica de los artistas es en un mundo como el actual -en el que la pluralidad, la democracia, la libertad y la igualdad de derechos tienen que demostrar su eficacia- más central que nunca para nuestra sociedad», señalaron los organizadores de la muestra.
De esta forma, el artista Ai Weiwei presenta en Wittemberg una celda que reconstruye su propia detención en una cárcel de China. Por su parte, Meese, considerado un autor que aboga por el escándalo ha creado para la ocasión una instalación que combina la pintura con elementos multimedia.
La exposición Lutero y la vanguardia, que se podrá visitar hasta el próximo 17 de septiembre, se encuadra en el marco de los múltiples actos que este año se celebran en Alemania para conmemorar el quinto centenario de la Reforma Protestante.
El 31 de octubre de 1517 está considerado el día en que Martín Lutero inició la Reforma protestante con la publicación de sus 95 tesis sobre las penitencias e indulgencias en la Iglesia católica. Sus críticas no solo cuestionaron el sistema de financiación de la Iglesia católica, sino que también supusieron una amenaza de la soberanía de Roma a nivel mundial, que hasta el momento se beneficiaba del negocio que suponía la concesión de indulgencias.
Tanto el papa como el emperador intentaron apagar la voz de Lutero pero sus enseñanzas alcanzaron cada vez más seguidores de forma que, finalmente, la Iglesia evangélica terminó separándose de la católica y firmando una de las mayores divisiones de la historia de la cristiandad.