El escritor Juan Rulfo), junto con sus amigos Rosario Castellanos, José Emilio Pacheco y Alberto Dallal, en el piso 10 de la Torre de Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), posando en la Casa del Lago con Alí Chumacero y Abel Quezada o con sus hijos en el número 94, de la calle Río Tigris 84 en la colonia Cuauhtémoc de la Ciudad de México, son parte de las 22 fotografías tomadas en los años 50 por Ricardo Salazar y que ahora se exponen en el vestíbulo de la Biblioteca Nacional de México a propósito de los 100 años de nacimiento de Rulfo.
“Son fotografías que pertenecen al Fondo Salazar del Archivo Histórico del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y Educación (IISUE) de la UNAM. La mayoría son imágenes de Rulfo en distintos puntos de la Ciudad de México, su casa en la colonia Roma o en Rectoría, por ejemplo; aunque Ricardo Salazar también lo fotografió en Guadalajara”, señaló Rafael Vargas, curador de la muestra Juan Rulfo en el Pedregal, la cual finaliza el 30 de junio.
Sobre estas fotografías que originalmente son negativos de 6×6 mm, el curador explicó que Ricardo Salazar fotografió a Rulfo aproximadamente a lo largo de 30 años y el periodo más abundante fue a mediados de los años 50 y finales de los 60 del siglo pasado.
“Me doy cuenta, a raíz de la pequeña investigación que he hecho hasta ahora, que Salazar debe haber fotografiado a Rulfo un centenar de veces, hasta ahora he logrado reunir más de 40 fotografías, pero creo que debe haber más en publicaciones periódicas que aún no he revisado”.
Algunas de esas publicaciones son México en la cultura, suplemento de Fernando Benítez que se editó entre 1949 y 1961 y las publicaciones del INBA, para las cuales Salazar hizo fotografía. Es decir, dijo, las fotografías expuestas en la también sede del Instituto de Investigaciones Bibliográficas es apenas una quinta parte de lo que debe existir.
Este trabajo, comentó, da una idea de la relación especial entre Ricardo Salazar y Juan Rulfo, ambos nacidos en Jalisco y casi de la misma edad, ya que el fotógrafo era 5 años menor que el escritor.
“Como paisanos, establecen una relación de cordialidad una vez que se encuentran en la Ciudad de México, aunque me atrevo a conjeturar que se conocieron antes, en Guadalajara, por la razón de que Salazar había puesto un estudio, pero tenía la ambición de convertirse en un fotógrafo y en 1953 se publicaron sus primeras fotografías, entonces el que estuviera tan atento a la fotografía me hace suponer que cuando Rulfo publicó sus primeras fotografías en 1949, Salazar debió estar al tanto de ese trabajo”.
Una de las imágenes que destacó el investigador fue una de Rulfo en su estudio. “Tenemos 8 de su estudio y son importantes por la cantidad de información que nos brinda, porque no recuerdo otra imagen de Rulfo frente a su escritorio, entre sus libros y con objetos tan entrañables como su cámara yla fotografía de su padre. Es una fotografía de una gran intimidad”.
Vargas comentó que seguramente existen más fotografías de Rulfo en el acervo de Gaceta UNAM, porque en una página del lunes 16 abril de 1956 aparece el retrato del autor de Pedro Páramo, que pudo haberse tomado entre mediados de 1955 y principios de 1956. “Es la foto que anuncia que Juan Rulfo trabajaría en Radio Universidad, busqué esa imagen tratando de situarla y eso me llevó a un descubrimiento: Rulfo no solamente trabajó para el programa de Radio UNAM, Novelas y novelistas de hoy”.
Después, agregó, hizo Conozca México y una serie con Juan José Arreola llamada La hora literaria. “Hasta donde he podido recorrer la Gaceta en estos días, he contabilizado 80 programas hechos por Juan Rulfo. No sé si todos éstos son únicos o incluyen una repetición, lo que sí es que casi todos pasaban entre las 10:30 y 11:00 de la noche”.
Estos programas muestran la relación estrecha que tenía Rulfo con la UNAM durante los años de 1956 y 1958, pero “lo que habrá que ver es si esos programas existen todavía porque hubo una etapa muy desventurada. Por falta de recursos se borraron algunas de las cintas para volver a grabar programas, entonces sabemos que se perdieron materiales”
El curador señaló que la colaboración de Juan Rulfo en Radio UNAM estuvo acompañada de Irene Nicholson, la primera persona en traducir a una lengua extranjera la novela del escritor mexicano. “Esta traducción se conserva inédita en el Archivo del Centro Mexicano de Escritores, donado en 2005 a la Biblioteca Nacional de México y se trata de la versión en inglés de Los murmullos”
Nicholson fue becaria de la generación 1954-1955 del Centro Mexicano de Escritores, fue cercana a Rulfo y traductora de varias obras al inglés de Rosario Castellanos. La traducción hecha por Nicholson se exhibe en la muestra Juan Rulfo en el Pedregal.
Otros documentos expuestos que destacó Rafael Vargas fueron las fotografías tomadas en las escalinatas laterales de la explanada de Rectoría, en las oficinas de la Revista de la Universidad, en la Casa del Lago, en el Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA) y en la Biblioteca Central de la UNAM.