El célebre teatro Bolshoi de Moscú y la Metropolitan Opera de Nueva York anunciaron este lunes un acuerdo para coproducir tres óperas, una cooperación inédita en un contexto de tensiones entre Rusia y Estados Unidos.
Las óperas Aída de Verdi, Salomé de Strauss y Lohengrin de Wagner serán representadas ante el público entre 2019 y 2022 en Nueva York y Moscú, anunciaron en conferencia de prensa conjunta en la capital rusa los directores del Bolshói y el Metropolitan, Vladimir Urin y Peter Gelb.
La cantante estrella del Metropolitan, la ruso-austriaca Anna Netrebko, fue elegida para el papel principal en Aída y Salomé y será la principal soprano en Lohengrin, donde encarnará a Elsa.
Esta cooperación cultural, la primera de este tipo entre el Bolshoi y el Metropolitan, tiene lugar en un momento en que Moscú y Washington mantienen fuertes tensiones políticas y libran una guerra de sanciones.
«Creo que este tipo de acontecimientos nos permite comprendernos mejor», declaró Urin, subrayando además que esta colaboración no tiene la menor connotación política.
«Lo hacemos porque pensamos que es necesario desde el punto de vista artístico», afirmó.
Por su parte, Gelb, a la cabeza de la Met desde hace 12 años, inscribe esta cooperación en la línea de los intercambios entre Estados Unidos y la extinta URSS.
«Recuerdo muy bien el primer acuerdo entre (el último secretario general del Partido Comunista soviético Mijaíl) Gorbachov y (el presidente estadunidense Ronald) Reagan, y aquello comenzó con un intercambio cultural», declaró, afirmando también que su «presencia (en Moscú) no tiene nada que ver con la política».
Considerándose hasta ahora como un escéptico respecto a las coproducciones, Gelb afirmó haber hecho una excepción con el objetivo de poder trabajar junto al Bolshói.
Además del aspecto inédito de esta colaboración, también será la primera presentación en Rusia de la Met. El Bolshoi, en cambio, ha realizado numerosas visitas a Nueva York desde 1959.
El Bolshoi ha sido recientemente objeto de una polémica en Rusia, tras la anulación a último momento, en julio, de un ballet consagrado al bailarín soviético Rudolf Nureyev (quien defeccionó de la URSS), puesto en escena por Kirill Serebrennikov, juzgado por desvío de fondos.
El teatro, que había desmentido cualquier censura respecto al director o al contenido del espectáculo, que trata entre otros sobre la homosexualidad del bailarín, postergó el ballet, que será representado los días 9 y 10 de diciembre de este año.