“Hilos y entramados. Prácticas colaborativas en el diseño mexicano”, en el Centro Cultural Clavijero, de Morelia, Michoacán es una exposición itinerante, organizada por la Secretaría de Cultura, busca mostrar la diversidad de proyectos textiles y de tejido asociados con las prácticas colaborativas en el país se inaugurará en Morelia para después continuar por Tijuana, Baja California y el Estado de México.
“La idea es mostrar la práctica textil y de bordado” en un ambiente de colaboración entre los diseñadores y artesanos que realizan estas técnicas con prácticas colaborativas donde hay “diseñadores trabajando con artesanos y generando productos innovadores que de alguna maneta abrevan de la tradición”.
Hilos y entramados está formada por 132 piezas provenientes de 37 estudios, empresas y organizaciones de diseño, donde participan 42 comunidades de 13 estados de la República, entre los que se encuentran Chiapas, Guerrero, Coahuila, Guanajuato, Oaxaca y Michoacán.
En la muestra se encuentran piezas de Ariane Dutzi, con el Mecapal que reinventó al transformar una faja ocupada para cargar en una bolsa; de Moisés Hernández, que trabaja con entramados, mostrando un sombrero de palma tejida y cintas de algodón unidos a máquina.
Entre las piezas exhibidas en esta muestra también hay dos obras que están realizadas con materiales reciclados como bolsas de plástico y anuncios de campañas políticas convertidos en hilos que luego se convierten en grandes piezas textiles.
Para Mallet lo interesante es la tendencia de los diseñadores mexicanos de entender dónde se vive y trabajar con lo que hay en la localidad, además de generar pequeñas industrias creativas y realizar colaboraciones de manera horizontal donde el artesano no es un proveedor sino contraparte.
Con las prácticas colaborativas y el diseño social el diseñador aporta nuevas formas de producción y el artesano propone la manera de trabajar los materiales, la tradición textil, la tradición de bordado, entonces “son como dos mundos que se encuentran y de ahí se generan piezas innovadoras”.
La exposición tardó un año y medio en estar lista para mostrar estos proyectos que trabajan con comercio justo, práctica colaborativa, diseño social que están generando productos innovadores que abrevan de la tradición.
“Existe un universo nuevo de producción de objetos que no es el objeto tradicional textil sino que hay una parte de estética contemporánea que están aportando los diseñadores” y a su vez es adoptada por los artesanos, generando un cambio y mostrando que se adaptan a las exigencias del mercado.
“Hay un movimiento de diseño que no se supedita a sólo los diseñadores, sino que los artesanos entendiendo lo contemporáneo y la movilidad están generando también piezas muy contemporáneas”.