En la era tecnológica las marionetas siguen vigentes al contar historias en su propia casa, La Titería en Coyoacán se inauguró a principios de marzo con el fin de generar un espacio para niños y sus familias para disfrutar de historias que impulsan los valores y rescatan la cultura que hay en cada ser.
En entrevista con Crónica, Amaranta Leyva, directora del proyecto, comentó la importancia y el gusto que tiene por los títeres, “siempre he creído que hay que dedicar tiempo a los niños, desde ahí vamos formándolos para que piensen y vayan formando un discurso, lo hacemos a partir de cada espectáculo que presentamos y he apostado a la idea de seguir teniendo esperanza en este mundo”.
“Son varios los procesos que se siguen en una puesta en escena de marionetas, la dramaturgia, montaje, producción, diseño de personajes, convertimos la realidad del niño en personajes, el elenco es de seis personas y entre nosotros realizamos el montaje, después del espectáculo tenemos una plática para saber qué piensan los niños de la obra”.
Con el apoyo de los padres de familia fue posible la construcción del recinto, un proyecto que integra el arte y cultura de los asistentes, “estar en la titería te permite vivir en distintos sitios con cada historia”, por el momento Rita es la obra vigente que incita a reflexionar sobre distintas problemáticas.
Es un lugar de encuentro para las familias donde podrán ver y explorar las artes escénicas (teatro, títeres, danza, cine), exposiciones (artes plásticas, fotografía, cine), proyecciones (cine, animaciones y títeres), en diversos programas y proyectos con una programación anual y constante.
Un centro cultural donde se formarán nuevas generaciones de artistas y promotores mexicanos enfocados al arte para niños.
Súper Heroínas y El lobo, es otro de los estrenos que se tendrán durante el resto del año, también esperan llevar el proyecto a distintos lugares, por el momento las escuelas se han unido para que los alumnos puedan disfrutar de las obras, sin embargo no sólo se cuentan historias, hay talleres, actividades, exposiciones e incluso área para padres, “el teatro es un arte de humanos y eso nunca nada lo podrá sustituir, es ver una historia en momento real, es un espacio de convivencia”, finalizó Amaranta.