Mostrar al pueblo de Río de Janeiro y a sus visitantes la riqueza cultural de las civilizaciones prehispánicas de México es el principal objetivo de la exposición “Magia de la sonrisa en el Golfo de México”, que a partir de mañana abrirá sus puertas en el Museo Histórico Nacional de esa ciudad brasileña.
En entrevista Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH, destacó la importancia de llevar estas figurillas elaboradas en arcilla, representativas de las llamadas Culturas de la Costa del Golfo, pues “siempre se muestra el arte de los mayas o los aztecas, pero rara vez se exhiben piezas del mosaico cultural del México Prehispánico”.
En ese sentido, sostuvo que las figuras antropomorfas dan cuenta de las culturas mixe, zoque y nahua, entre otras, que habitaron el centro de Veracruz durante el periodo Preclásico Terminal y el Epiclásico (100 a.C.- 900 d.C.).
Recordó que desde el año pasado se planeó llevar esta colectiva a Brasil, con motivo de los 450 años de la fundación de Río de Janeiro, sin embargo, fue hasta ahora que se pudo concretar el proyecto como parte de la Olimpiada Cultural que se realiza de forma paralela a la justa deportiva en esa ciudad.
El curador detalló que las 114 piezas prehispánicas que van de miniatura a 50 centímetros de altura, viajaron a Brasil con las medidas de seguridad necesarias para su conservación y cuidado, todo bajo la supervisión de especialistas en el tema.
“El Museo Histórico Nacional de Río de Janeiro es un espacio generoso, las piezas estarán distribuidas en cuatro salas, así que el público tendrá la oportunidad de apreciar la belleza estética de las esculturas, así como su significado y simbolismo”, expresó Sánchez.
Indicó que la muestra, que estará acompañada de conferencias con expertos que profundizarán en el tema, se caracteriza por reunir piezas únicas de rostros sonrientes, “que las figuras tengan esta expresión tiene relación con la vida cotidiana y ritualidad que se vivió en la región durante el periodo mencionado”.
Sánchez Nava agregó que las “caritas sonrientes”, que provienen de los museos Nacional de Antropología, de Antropología de Jalapa y el Fortaleza de San Juan de Ulúa, permanecerán en Río de Janeiro hasta finales de octubre para luego regresar a México y ser expuestas aquí.
Detalló que “Magia de la sonrisa en el Golfo de México”, cuya curaduría también estuvo a cargo de Colette Almanza, está dividida en cuatro módulos temáticos, el primero de ellos, titulado “La costa del Golfo de México y antecedentes escultóricos”, ubicará al visitante en la región del Golfo que se extiende desde el sur de Tamaulipas hasta los pantanos del oeste de Tabasco.
En este espacio se aborda la importancia de los grandes monolitos conocidos como Cabezas Colosales, cuyos rasgos risueños no son una constante sino una excepción.
El siguiente núcleo temático, “La risa, reflejo de emociones”, retoma la clasificación del psicólogo estadounidense Paul Ekman, cuya investigación establece que los seres humanos aprendemos gestos y expresiones a través del contacto social, y éstos varían en función de la cultura y el grupo poblacional.
En el núcleo “Ofrendas, rituales y sus significados” se muestran los elementos iconográficos representados en los tocados de las figurillas sonrientes del periodo Clásico en la Costa del Golfo (200-900 d.C.).
Finalmente, “Caritas sonrientes: temática general y contextos arqueológicos”, resalta los entornos en los que fueron encontradas las figurillas sonrientes por parte de acuciosos arqueólogos mexicanos a lo largo de muchas décadas.
Para concluir, el coordinador nacional de Arqueología destacó la importancia de que se conozca la diversidad cultural que hay en México, “la gente de otros países tiene la idea de que la cultura mexicana solo es maya y azteca, cuando también está la cultura olmeca, las de occidente, lo huasteco, por mencionar solo algunas”.
Por lo anterior, se pronunció porque los intercambios culturales entre México y otros países se sigan fortaleciendo, y en este tenor no descartó la posibilidad de que tras la exposición en Río de Janeiro, en un futuro cercano este país albergue una muestra representativa de la cultura brasileña.