El Museo celebrará 30 años de su existencia, que se cumplen este 2017, así como las cuatro décadas del proyecto que le da su nombre, que se cumplen el año próximo, con la exposición temporal “Templo Mayor. Revolución y estabilidad”, que será inaugurada en noviembre próximo y se mantendrá abierta hasta junio de 2018.
Así lo confirmó la directora del recinto, Patricia Ledesma Bouchan, al término de la presentación del libro Sacrificio humano y tratamientos postsacrificiales en el Templo Mayor de Tenochtitlán, de la arqueóloga Ximena Chávez Balderas, efectuada la noche de este lunes como parte de la XVII Feria Internacional del Libro en el Zócalo.
En entrevista, Patricia Ledesma afirmó que ésta será una de las muestras más importantes que se han montado en ese emblemático museo, ubicado en lo que fue el corazón de la gran Tenochtitlán.
Destacó que con la exhibición se rendirá además reconocimiento al prominente arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, quien con el descubrimiento del monumental monolito de la Coyolxauhqui, en 1978, dio pie a “uno de los proyectos más relevantes de la arqueología mexicana”: el de investigación y rescate del Templo Mayor, así como al museo de sitio.
La muestra, adelantó Patricia Ledesma, reunirá los resultados de 40 años de investigación y conservación del edificio más importante de la antigua Tenochtitlán, a partir de los trabajos realizados a lo largo de ese tiempo por 10 investigadores y sus equipos.
De tal manera, por ejemplo, la ya mencionada arqueóloga Ximena Chávez estará a cargo del segmento del sacrificio humano; Adrián Velázquez, de los estudios de concha; Emiliano Melgar, de la cuestión lapidaria, y habrá una parte de la restauración emprendida por el Programa de Arqueología Urbana (PAU) y los aportes que éste ha realizado, entre ellos el hallazgo en 2015 del gran Huey Tzompantli de la capital mexica, del que hasta el pasado junio se habían descubierto 350 cráneos.
Templo Mayor. Revolución y estabilidad, cuya inauguración originalmente estaba prevista para el 1 de octubre pero debió posponerse por el sismo del pasado 19 de septiembre, está integrada por piezas icónicas de la cultura azteca, como el Guerrero Águila, la Olla de Tláloc, la Máscara de cráneo y ofrendas funerarias.
De igual manera, serán exhibidas piezas que nunca antes se han presentado de manera pública, según la directora del museo, entre ellas cinco de los cráneos que conformaban el mencionado Huey Tzompantli y “una serie de conchas espectaculares, muy bonitas, que se ha descubierto formaban parte de vestidos y seguían un patrón que aparece en diferentes códices”.
Durante la presentación del libro Sacrificio humano y tratamientos postsacrificiales en el Templo Mayor de Tenochtitlán, editado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Ximena Chávez aclaró que en su trabajo permite encontrar un análisis de las fuentes históricas para conocer las ocasiones y las funciones del sacrificio entre la cultura mexicana, así como sus actores y los lugares en los que se realizaba. El acto contó con la participación de Eduardo Matos Moctezuma.