Debemos recuperar la esencia humana, lo mejor de nosotros, y el arte es uno de los mejores caminos, afirmó ayer la primera bailarina Elisa Carrillo, quien se dijo preocupada por cómo la violencia se ha convertido en el gran mal de nuestro tiempo, no sólo en México, sino en casi todo el mundo.
Quien es considerada hoy la artista mexicana de mayor proyección internacional consideró que así como es necesario que las diferentes expresiones artísticas aborden las problemáticas de nuestro tiempo, también lo es que resalten lo más bello y luminoso del alma humana.
“Lo que más preocupa es la violencia, es lo más difícil que tenemos en el país, es lo que nos está matando. No soy coreógrafa, no tengo ese talento, pero me gusta trabajar de cerca con los coreógrafos, y más que hacer obras sobre la violencia o todo lo negativo que nos ocurre, me interesa destacar el aspecto opuesto: algo bello que nos toque el corazón.
«Soy partidaria de usar las artes para acercarnos a la belleza, para que nunca la perdamos de vista», indicó.
Elisa Carrillo, quien se encuentra en México para protagonizar este sábado en el Palacio de Bellas Artes la quinta versión de la Gala de estrellas del ballet que lleva su nombre, a las 19 horas, consideró que si desde pequeños se inculca el interés por las artes, así como la cultura, otros serán los valores de las personas y de manera paulatina será menos difícil superar los males que nos aquejan.
En conferencia de prensa, la primera bailarina del Staatsballett de Berlín, una de las más renombradas e importantes compañías dancísticas del mundo, se dijo honrada por el renombre y reconocimiento que ha logrado en el país y el extranjero, a raíz de su destacada labor en Europa.
Sostuvo que distinciones como ser considerada este año entre las 100 mujeres más poderosas de México por una publicación internacional es un buen signo de que los artistas también pueden influir en la sociedad y aportar algo.
Para Elisa Carrillo siempre es motivo de «gran emoción» actuar en el Palacio de Bellas Artes, al que considera su casa y donde se presentó por vez primera a la edad de nueve años.
Explicó que para la que será la quinta gala de ballet en el máximo escenario cultural del país pensó en ofrecer una propuesta diferente a las anteriores, en la que el público apreciara algo jamás visto aquí y, al mismo tiempo, lo que marca la tendencia de la danza hoy en Europa.
Decidió montar dos de los ballets que forman parte de su compañía, el Staatsballett de Berlín, agrupación que nunca se ha presentado en nuestros escenarios y que, con estas obras, de alguna manera lo hará, pues serán interpretadas por 13 de sus bailarines.
Esas piezas son Arcangelo, del coreógrafo argentino Nacho Duato, con música de Arcangelo Corelli, y And the sky oh that cloudy old day (Y el cielo sobre ese viejo día nublado), del alemán Marco Goecke, con música de John Adams.