Por: Gabriel Vizcaíno @gavovizaino
La escuchamos nombrar muy seguido, pero ¿qué es la Compañía Nacional de Danza?
La Compañía Nacional de Danza tiene como razón de existencia preservar los ballets clásicos. Es como un museo donde se puede ver El lago de los cisnes, El cascanueces; obras clásicas, y se dan espacios para danza más neoclásica y contemporánea; nos ayuda a abrir horizontes para ver espectáculos diferentes y tener un abanico de posibilidades de este arte en vivo, no algo que está estático. Los bailarines se entregan en sus danzas, expresan quiénes son, se tratan de comunicar, pues si un bailarín no es visto, no es un artista feliz. Por otro lado somos parte de la cultura de México, de sus tradiciones y su historia a lo largo de 50 años, con una trayectoria envidiable.
¿Cómo ha sido su paso a través de la Compañía Nacional de Danza?
Ha sido muy bello, yo estudié en el Instituto Nacional de Bellas Artes desde mis primeros pasos en la escuela del INBA, yo desde pequeña veía a la Compañía Nacional de Danza y soñaba con poder formar parte de esa agrupación. A lo largo del tiempo siento que la Compañía ha avanzado mucho y se ha contado con el apoyo suficiente. Tenemos 70 bailarines, cuatro salones con condiciones adecuadas, temporadas fijas muy importantes y este año rompemos récord con 150 funciones. Creo que ha ido creciendo al igual que se ha ido desarrollando. Como muchas otras compañías hemos cambiado de zapatillas, de pisos en donde se están bailando, de fuerzas en escenas; ha ido avanzando como ha ido creciendo el mundo de la danza.
¿Qué representa la Compañía Nacional de Danza para los bailarines en México?
Es una vitrina: el poder estar en la Compañía te permite que la gente te vea, tanto el público nacional como el internacional y que tú vayas adquiriendo experiencia para ir bailando, porque cuando sales de la escuela no llegas de inmediato a bailar el rol principal. Cuando sales de la escuela y entras a la Compañía tienes que pasar por cuerpo de baile y, dependiendo de tus talentos, te van dando oportunidad de crecer. Hoy, por lo menos, dos de los bailarines en Europa están tan emocionados con lo que está pasando con la Compañía en la actualidad que quieren regresarse; están viendo movimiento, una buena intención y un buen apoyo en cuanto a la danza. Nosotros somos también responsables de darle a nuestro país ese trocito de amor y de expresión cultural.
¿Qué podremos ver en este festejo de los 50 años de la Compañía?
Yo decidí el programa en dos partes: la primera son tres escenas de danza neoclásica-contemporánea donde vamos a ver por primera vez en México El pájaro de fuego, con coreografía de Maurice Béjart y música de Ígor Stravinski; lo cual es un logro enorme ya que no habíamos tenido la oportunidad de tener como regalo para la Compañía. Tenemos también otras dos obras contemporáneas, y cada una de estas tres obras tienen dinámicas muy distintas y es un movimiento nuevo para la Compañía Nacional de Danza. Después presentamos una semblanza donde agradecemos a todas las personas que han puesto un granito de arena para que esto se cristalice como nuestro 50 aniversario, y presentaremos fragmentos de El lago de los cisnes, El cascanueces, El Don Quijote, La bella durmiente… todas estas piezas que son muy tradicionales e importantes y que no podemos dejar de bailar. Es una gala muy amplia del movimiento y es un poquito de la nueva dirección que ve en el sentido de traer un nuevo movimiento para la Compañía Nacional de Danza y para el público.
¿Cuándo podremos disfrutar de esta celebración?
Empezamos el domingo 24 a las 17:00 horas, el martes 26 y el jueves 28 a las 20:00 horas y la última función es el domingo 1 de diciembre a las 17:00 horas. Tenemos precios desde 150 pesos y estaremos encantados de que el público nos pueda acompañar en esta celebración y pueda sentir todo el amor que tenemos por nuestra Compañía y el agradecimiento que tenemos por todas las personas que han hecho posible este momento ya que no somos de generación espontánea, somos el resultado de una generación que ha sembrado muchísimo para que podamos estar hoy aquí y estamos muy conscientes de que en este momento nos toca sembrar parta los futuros artistas y el futuro público de la Compañía.
¿Cómo ha sido su historia en el mundo de la danza?
Yo comienzo en Instituto Nacional de Bellas Artes y se me abre una posibilidad de hacer una carrera donde tuve la oportunidad de aprender con los mejores maestros de México, donde tuve la oportunidad de entrar como cuerpo de baile y, aunque no tenía las capacidades ideales para bailar, siempre me gustó superarme, así que fui muy tenaz para seguir. Tuve el apoyo de las personas que confiaron en mí y me fueron dando poco a poco más papeles hasta que llegué a ser primera bailarina… que ¡ni yo misma me lo creí!, desde muy pequeñita sabía que tenía muchas limitantes que fui venciendo gracias al trabajo personal, pero también al apoyo de los maestros que me fueron formando y que me dieron esa posibilidad de ir más allá. Tuve una carrera de 22 años como bailarina en la Compañía Nacional de Danza donde participé en concursos y festivales internacionales lo cual me abrió los ojos y la visión de qué son las cosas que se están haciendo en otros países y qué es lo que nosotros también podemos alcanzar y así ver que si ellos pueden ¿porqué nosotros no?, y fue traer eso al trabajo en México y estarlo aplicando, incluso ahora mismo. La carrera de un bailarín termina a los 40 años, es una carrera muy corta, es una carrera de jóvenes y por lo tanto debes aprovechar al máximo tus capacidades, por lo que es muy importante darle apoyo e impulso a los bailarines jóvenes; aprovechar a los artistas en su plenitud.
Como Directora de la Compañía Nacional de Danza, ¿cuál es su visión a futuro para la Compañía?
Siempre ha sido mi ilusión ver una superación día a día, en una competencia hacia afuera pero también que cada bailarín haga su trabajo todos los días y, de esa forma, con un poquito que avancemos cada uno, los iluminadores, los coreógrafos, los artistas… todos vamos a configurar una Compañía de mayor excelencia cada vez. El año que entra abriremos un programa que se llama la “Compañía Nacional de Danza en tu parque”, donde sabemos que hay muchas personas que no tienen una capacidad económica para ir a ver una compañía en un teatro o que también no se atreven a ir a los teatros para ver cultura porque de repente es un terreno desconocido, por lo que la intención es estar muy accesible para el público y que el público decida, ya teniéndonos ahí, si se enamora o no se enamora de este arte, y que los pequeñitos nos vean como una opción, que conozcan y decidan si se lanzan a ser bailarines o para que simplemente se pueda disfrutar de un arte viviente, espontáneo y mucho más accesible. Seguiremos bailando en los teatros pero pretendemos ampliar nuestro público de esta manera. Yo comencé con el sueño de bailar a los cinco años y mis papás me llevaron a ver ballet , y si nosotros no le regalamos eso a nuestros hijos, como un abanico de posibilidades más amplio, pues como van a saber escoger entre tantas cosas que hay por hacer en nuestro país; por lo que yo invito a los papás a llevar a sus hijos a ver el ballet, a ver a la Compañía Nacional de Danza y ofrecerles otra manera de expresarse y de vivir.