La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas ha inaugurado la exposición «México Megadiverso» en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. A través de la muestra los usuarios conocerán la historia, realidad actual y una parte fundamental del patrimonio cultural de los pueblos originarios que hay en el país.
En la sala de exposiciones de la T2 turistas nacionales y extranjeros podrán observar artesanías de madera y barro de Ocosingo, Chiapas, San Luis Potosí y Hermosillo Sonora.
Trajes típicos de las culturas purepecha, nahua y zoque, entre ellos es de Tata Kéerl para danza de Kúpites, de Sirena para Danza de Los Pescadores, Danza de Sayón, Tigre para carnaval o de la Muerte para danza de Rayados, entre otros
Rebozos y huipiles, así como máscaras de la cultura otomí (Hidalgo), zoque y jacalteca, (Chiapas), pima (Sonora), tlapaneca ( (Guerrero).
La curaduría de todas las piezas que pertenecen al Museo Indígena de la CDI estuvo a cargo de Octavio Murillo Álvarez de la Cadena.
La exhibición da la bienvenida a los turistas nacionales y extranjeros con la siguiente leyenda:
“México ha sido privilegiado por la naturaleza. Su posición geográfica, la complejidad del relieve y sus litorales han propiciado la conformación de los más diversos ecosistemas. Desde las olas del Océano Pacífico y los arrecifes del Mar Caribe, el territorio mexicano asciende hasta las cimas nevadas de los volcanes. Al recorrerlo, pueden encontrarse tanto áridos desiertos en el noreste como las selvas tropicales del sureste, pasando por las estepas del norte, los manglares de la costa del Golfo de México y demás bosques a lo largo de sus Sierras Madres.
“La gran variedad de entornos naturales alberga una sorprendente exuberancia de vida. En este México megadiverso habitan más de 108 mil especies de seres vivo, de los cuales casi el 20 por ciento sólo existen en esta parte del planeta. Ello convierte al país en una de las primeras potencias mundiales en biodiversidad.
“La riqueza natural se refleja en el florecimiento de los pueblos originarios del México actual, quiénes hacen de éste, también, una potencia cultural. Para los indígenas, la naturaleza es mucho más que fuente de alimentos o de materias primas: ella determina los ciclos que regulan la vida, los pasajes inspiran mitos y se convierten en los sitios sagrados; las numerosas plantas sanan enfermedades, y ciertos animales son manifestaciones de las deidades y espíritus guardianes