El corto de animación “El trompetista”, del mexicano Raúl “Robin” Morales Reyes, ganó el premio de la audiencia infantil en la edición 16 del festival de cine latinoamericano Alucine, de Toronto.
“El trompetista” es un corto 2D de animación digital de 10 minutos, sin palabras, en donde el cineasta mexicano muestra el ímpetu de un soldado que se niega a dejar de tocar la trompeta pese a ser encarcelado por ello.
Su deseo de seguir emitiendo ese sonido tan especial, aun desde dentro de la celda, le da más fuerza para persistir hasta contagiar a otros soldados, quienes lo siguen.
Este corto animado ganó el Concurso Nacional de Proyectos de Cortometraje 2012 y ayer domingo, tras estrenarse en Canadá con la presencia de su director, quien respondió las preguntas de la audiencia infantil, fue reconocido con el AluCine Children’s Choice Award.
En entrevista con Notimex, Morales Reyes se refirió a su intercambio de preguntas con los niños canadienses.
“Me preguntaron cuál era el tema identificado y les dije que la música es muy importante, es un personaje más. La historia trata sobre la búsqueda de la libertad, el valor de seguir la propia voz, la propia música que cada uno tiene”.
El cineasta mexicano explicó que para desarrollar esta historia se inspiró en las injusticias que se dan en ciertas estructuras de poder, pero también en la vida cotidiana con figuras autoritarias.
En su presentación al público, “Robin” fue abordado por mamás de niños que estudiaban música, quienes le agradecieron el mensaje de su historia.
“Efectivamente, la historia refleja que no hay que rendirse, no darse por vencidos”, agregó.
Con sala casi llena, en la sede de la Galería de Arte de Ontario (AGO), este corto mexicano se proyectó junto con otras producciones de animación de México, Argentina, Brasil, Chile y Ecuador.
“Para mí fue muy emotivo escuchar los aplausos al final”, comentó el cineasta, quien lleva haciendo animación desde hace siete años.
Morales Reyes agradeció el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) para la realización de estas producciones, ya que hacer animación es muy caro.
“Hacer un corto de 10 minutos puede llevar más de 10 meses de trabajo. Dependemos mucho de la convocatoria de Imcine, es la única manera de hacer cortos de calidad y que tengan la ruta de festivales”, reveló.
Manifestó su sorpresa de encontrarse aquí con más cortos seleccionados por Alucine, como “Mateo y el cine”, de Luis Felipe Hernández Alanis; “La máquina”, de David Reyes; “En-sueño”, de Paula Bartning y Gabriel González.
“Hacer cine en México es complicado pero de animación es como un lujo que pocos quieren entrar a financiar, es un proceso como artesanal y el retorno de las inversiones es complicado porque tarda mucho”, señaló “Robin”.
Sin embargo, destacó que el curador de Alucine le comentó que México está haciendo más cortos de animación comparado con otros países de Latinoamérica.
“Robin” trabaja como diseñador digital, ilustrador y animador de la barra infantil de Canal Once y ganó una convocatoria de Canal 22 con su corto “Amicus”, que ha ido por varios festivales del mundo.
“El cine de animación es el medio idóneo para explorar la fantasía y la expresión artística de la manera más libre posible, no está limitado como la ficción o el documental”, añadió “Robin”, cuyo sueño es hacer una serie animada con contenido para niños.
“México sigue importando series animadas infantiles de Canadá, Reino Unido, Francia, Holanda y mi apuesta es una producción mexicana para mexicanos”, acotó.
La directora ejecutiva de Alucine, Sinara Rozo, dijo por su parte a Notimex que el festival crece cada año: “Recibimos más de 160 películas de las cuales seleccionamos como 60. Esto es prueba de que estamos creciendo”.