Este museo es un espacio para promover la ciencia, las artes y la cultura inaugurado ayer en Río de Janeiro, nace como un patrimonio de la humanidad, afirmó la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en la ceremonia inaugural de la obra diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava.
“Pese a que recién lo estamos inaugurando, podemos decir que nace como un patrimonio de la humanidad”, dijo Rousseff al referirse a la belleza de la edificación, a su importancia en el proyecto de revitalización de la zona portuaria de Río de Janeiro y a la ambición de los conceptos que expondrá en sus salas de exhibición.
La futurista edificación de 15,000 metros cuadrados construidos, diseñada por el arquitecto valenciano e inspirada en las bromelias brasileñas tiene un claro objetivo científico y se propone mostrar al público el poder del hombre para cambiar el mundo, incluso mediante la alteración del clima, la degradación de los ecosistemas o la interferencia en la naturaleza.
El recinto fue construido en un muelle del puerto de Río de Janeiro que se proyecta sobre la bahía de Guanabara y frente a la céntrica y tradicional plaza Mauá, que fue totalmente reurbanizada y que también ganó como atracción el Museo de Arte de Río (MAR).
Cuenta con 5,000 metros cuadrados de espacio para exposiciones, así como con una cobertura metálica de forma cóncava que avanza 75 metros en dirección a la plaza Mauá.
El museo, con alrededor de 30,000 metros cuadrados de salas externas, jardines, espejos de agua y áreas de ocio, usará 53 experiencias diferentes, entre vídeos, juegos, presentaciones interactivas y fotografías, para exponer diversos asuntos.