Por: Armando Reyes A. @armandoreyes_ Enviado especial en la FIL
Este polémico pero a la vez grandioso país trae a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara un enorme desplegado de cultura, ciencia y literatura. A lo largo de los nueve días que durará este gran evento cultural, autores y arte israelitas invaden poco a poco las actividades de la Feria.
Al entrar a la Feria, uno se topa con una enorme estructura de madera coronada por árboles de olivo, simulando el desierto israelita, que da cabida al pabellón de Israel donde se mezclan libros en hebreo, artesanías, textiles, videos con los facsímiles de los Rollos del Mar Muerto.
El mandatario israelí, Shimon Peres, inauguró esta Feria con una conferencia al lado del expresidente español Felipe González donde hablaron sobre todo de los lazos de Europa con Asia y de estos dos con América Latina. Con la importante presencia de estos dos políticos arranca esta feria, la número uno en el continente americano.
Por su parte, David Grossman, el gran narrador, inauguró junto con Mario Vargas Llosa el Salón Literario, ambos entablaron una conversación sobre el presente y el futuro de la literatura, además, el mismo Grossman, durante la presentación del último número de la revista Luvina (de la Universidad de Guadalajara) leyó en hebreo fragmentos de su obra, que refleja desde los ojos de las familias la realidad del conflicto bélico que desde hace años se ejecuta en la zona de Gaza. Otros poetas, científicos y académicos mostrarán lo mucho que la cultura israelí tiene que mostrar al mundo y confirmando así la herencia que dejan al mundo.