La escritora británica J.K. Rowling, autora de la popular saga del mago Harry Potter, escribe en su última novela sobre espionaje telefónico y su experiencia con el intrusismo de la prensa en la vida privada.»The Silkworm» (El gusano de seda), segunda novela negra de Rowling bajo el seudónimo de Robert Galbraith, rescata al detective privado y veterano de guerra Cormoran Strike y a su «decidida joven ayudante» Robin Ellacott en un nuevo caso por descifrar, en esta ocasión la desaparición del novelista Owen Quine.
«El novelista Quine escribió un manuscrito con venenosos perfiles de casi todas las personas que conoce y, si la novela se publicara, arruinaría vidas, con lo que habría muchas personas que lo quieren silenciar», avanza la página web del ficticio escritor Robert Galbraith sobre la trama.
El nuevo título, que estará a la venta el próximo día 19 en el Reino Unido y tendrá 384 páginas, recoge también la opinión de la autora a favor de una regulación de la prensa británica, como concluyó el llamado informe Leveson que investigó el escándalo de las escuchas ilegales del «News of the World».
Rowling declaró ante el juez lord Leveson en 2011 que el acoso de la prensa le obligó a abandonar su casa en Escocia y que llegó a encontrar una carta escrita por un periodista en la cartera del colegio de su hija menor.
Su nueva novela, que será publicada por la editorial Little Brown, es su tercera obra para adultos tras la publicación de «The Casual Vacancy» («Una vacante imprevista») en octubre de 2012 y «The Cuckoo’s Calling» («El canto del cuco»), que salió en abril de 2013 bajo el pseudónimo de Galbraith, con éxito de crítica.
Esta fue la primera vez que la escritora ocultó su verdadera identidad para escribir sin las presiones de la fama que le habían reportado las historias de magia de Hogwarts, aunque su secreto salió a la luz por las revelaciones de una firma de abogados.